Con el firme propósito de mostrar a Manizales como un bastión de la promoción de este instrumento en Colombia, exaltando el valor y la belleza sonora, así como impulsar culturalmente a la ciudad a nivel nacional, se está llevando a cabo el Primer Festival Colombiano de Órgano desde ayer hasta el viernes. La coordinación de este evento estará a cargo de la talentosa organista de la Catedral Primada de Colombia, Karol Muñoz Galván, y de Juan Sebastián Palacio Zuluaga, organista de la Basílica Menor de la Inmaculada Concepción de María, en Manizales.
Este encuentro de organistas brindará al público la oportunidad de conocer la majestuosidad musical de la Catedral Basílica Nuestra Señora del Rosario y la Basílica Menor de la Inmaculada. Participarán diferentes artistas, entre ellos los coordinadores del evento, Karol Muñoz Galván y Juan Sebastián Palacio Zuluaga, así como los intérpretes Pablo Moreno Martínez de Bogotá, Daniel Franco Henao de Medellín y Óscar Andrés Torres Ávila de Ibagué.
Karol Muñoz Galván, coordinadora del evento, expresó su entusiasmo al respecto, señalando que este festival aspira a consolidarse como uno de los principales eventos musicales de Colombia. Además, añadió que se trabajará incansablemente para llevar este festival a diferentes ciudades del país, contando con la participación de destacados organistas a nivel nacional e internacional. “El objetivo final es ofrecer un espectáculo musical verdaderamente excepcional y fomentar el conocimiento y la educación en torno a la música de órgano”.
Juan Sebastián Palacio Zuluaga, organista de la Basílica Menor de la Inmaculada Concepción de María, resaltó la importancia de la labor del organista, describiéndola como más que una profesión, una vocación. Destacó que ser organista implica no solo tocar y cantar durante las misas, sino también guiar a los fieles en sus oraciones y participación en las celebraciones litúrgicas. El organista, según Palacio Zuluaga, juega un papel fundamental al alimentar la fe de quienes asisten a las celebraciones, procurando que sientan la presencia de lo divino en sus corazones. Asimismo, el organista se encarga de programar actividades culturales dentro de la iglesia, enriqueciendo el entorno litúrgico.
Con este evento, Manizales no solo se consolida como un epicentro cultural, sino que también abre las puertas a futuras ediciones que prometen seguir elevando la música de órgano a nuevos horizontes en el ámbito nacional e internacional.