En la vereda La Playa de Rionegro, Antioquia, un grupo de artesanos liderados por John James Gallego Aguirre y Libardo Antonio Muñoz se prepara para una tradición ancestral que cobra vida cada diciembre. Este año, producen alrededor de 2.000 muñecos de año viejo de manera completamente artesanal, destinados a ser quemados en las hogueras del 31 de diciembre, con el presidente Gustavo Petro como la figura más solicitada por los compradores que buscan reflejar la coyuntura política y social del año que termina.
Estos muñecos, confeccionados con dedicación manual, alimentan un ritual anual en Antioquia donde la gente despide lo malo del año pasado y da la bienvenida al nuevo, con una demanda que ha crecido notablemente con los años. Los artesanos responden al gusto del público sin imponer tintes políticos, priorizando figuras que capturan el sentir colectivo, desde celebridades hasta líderes nacionales.
Petro lidera las preferencias para la quema
De las miles de figuras que se elaboran anualmente, ya hay 100 caras del presidente Gustavo Petro listas para satisfacer la alta solicitud. El año pasado, Petro fue el más vendido, y para esta cierre de 2024, la tendencia se mantiene con fuerza, convirtiéndolo en el protagonista indiscutible de las hogueras que marcarán el inicio de 2025.
“El año pasado el que más se vendió fue Petro y este año… todos buscan a Petro”
John James Gallego Aguirre, artesano
La tradición de quemar estos muñecos no solo es un desahogo simbólico, sino una forma de conectar con la historia personal y colectiva. Los compradores llegan con ideas claras, pidiendo representaciones que simbolicen sus frustraciones o logros, lo que permite a los artesanos como Gallego y Muñoz darle gusto a la gente mientras preservan esta costumbre viva.
“La gente llega y dice: ‘queremos quemar este año lo malo que nos pasó, lo bueno que tuvimos’. Con eso despiden el año”
John James Gallego Aguirre, artesano
En vereda La Playa, este oficio familiar se ha convertido en un referente regional, donde la preferencia por figuras políticas como la de Petro subraya el pulso de la nación. Los artesanos enfatizan que su labor es por tradición y por complacer a la comunidad, asegurando que cada muñeco sea un reflejo fiel de lo que el pueblo quiere incinerar para empezar de nuevo.
“Yo lo hago por tradición y por darle gusto a la gente”
John James Gallego Aguirre, artesano
