Daniel Quintero Calle, exalcalde de Medellín y aspirante presidencial 2026, denunció este 11 de noviembre mediante un mensaje difundido en sus redes sociales una maniobra de sectores uribistas para impedir su participación en la carrera presidencial de 2026. Según él, la Registraduría Nacional y el Consejo Nacional Electoral habrían modificado condiciones para dificultar su postulación, y anunció que renunciaba a la consulta del Pacto Histórico para evitar posibles inhabilidades. La denuncia, divulgada a través de sus plataformas digitales en Colombia, marca un episodio decisivo en la disputa política por la candidatura de Quintero.
Quintero sostiene que la consulta interna del Pacto Histórico fue transformada en un proceso interpartidista sin su consentimiento y, por ello, afirmó que renunciaba para evitar la inhabilidad que podría derivar de una participación por otras vías. La Registraduría, por su parte, mantiene que su inscripción inicial permanece vigente y que la doble militancia impide postularse mediante otros mecanismos, lo que genera un choque entre interpretaciones legales y estrategias políticas. Este episodio llega en medio de un endurecimiento de la discusión sobre la elegibilidad de Quintero y la definición de las reglas de inscripción para la contienda de 2026.
La pugna por la inscripción y el futuro de la candidatura de 2026
El contexto se enriquece con antecedentes de un intenso debate jurídico-electoral sobre la participación de Quintero y la respuesta institucional de la Registraduría y del CNE, que sostienen criterios vigentes para la inscripción. En este marco, la disputa podría definir si Quintero puede competir en 2026 y cómo afectaría a su movimiento político, con especial atención a la cuestión de la doble militancia y la validez de su inscripción.
Entre las ideas que ha promovido, Quintero ha enfatizado la educación tecnológica y la conectividad, pilares de un programa que, según él, podría beneficiar a unos 4 millones de colombianos. Su discurso también ha resaltado la transparencia, la lucha contra la corrupción y la defensa de la soberanía, dentro de una visión que vincula la cuarta revolución industrial con la modernización del país mediante la inteligencia artificial y la robótica. En ese marco, contrasta su propuesta con referencias a casos de corrupción que ha citado para subrayar la necesidad de rendición de cuentas y de una profunda limpieza institucional.
«Dirigentes uribistas están celebrando supuestamente que no voy a poder ser candidato a la Presidencia. La FM dice: ‘Se salvó Colombia. Dirigentes uribistas celebran que Daniel Quintero no es candidato a la Presidencia’. Primero, mala noticia, seguimos en la batalla para poder aspirar, para poder representar a los colombianos y transformar este país desde la presidencia de la República» – Daniel Quintero Calle, exalcalde de Medellín
«Por eso se estresan, porque a mí no me tiembla la mano contra los corruptos, que ya los enfrenté en Medellín, en Antioquia, y voy a hacerlo en el país para parar los Odebrecht, los Reficar y la impunidad en Hidroituango y en todos estos escándalos en los que los responsables nunca terminan pagando» – Daniel Quintero Calle, exalcalde de Medellín
«Por eso tienen miedo. Por eso la derecha extrema está preocupada. Pero vamos a seguir pa’ lante. Dios está con nosotros» – Daniel Quintero Calle, exalcalde de Medellín
«A mí no me tiembla la mano» – declaración asociada a Daniel Quintero Calle, exalcalde de Medellín
«no se detendrá hasta ser candidato presidencial» – frase atribuida a Quintero sobre su movimiento político
Analistas y observadores coinciden en que la resolución de este conflicto podría redefinir la posición de Quintero en la contienda de 2026 y el mapa político de la izquierda, al tiempo que pone a prueba las disputas sobre la interpretación de la normativa electoral y los mecanismos de inscripción ante las nuevas dinámicas electorales. En un momento de cambios en criterios y de reacciones contundentes de distintos actores, el tema central es si la inscripción de Quintero se mantiene viable o si la estrategia de renuncia a procesos internos puede abrirle un camino distinto, o cerrarlo definitivamente, en la carrera por la Presidencia de la República.
















