Desde la redacción de La Veintitrés Manizales, la noticia llega con la divulgación de un análisis publicado en The Conversation, sin fecha especificada, en el que la microbióloga Primrose Freestone, de la Universidad de Leicester, recomienda ducharse por la mañana y detalla los pros y contras de ducharse por la noche, subrayando la importancia de lavar la ropa de cama al menos semanalmente para evitar microbios y olores.
Freestone explica que el lavado no solo elimina la suciedad visible, sino que también influye en el microbioma de la piel y en el olor corporal. Según su análisis, las bacterias cutáneas metabolizan el sudor y pueden generar tioalcohol, un compuesto asociado al olor característico. En su evaluación, ducharse por la mañana puede dejar el cuerpo más libre de microbios adquiridos durante el sueño y reducir la disponibilidad de nutrientes para bacterias productoras de olores. Por la noche, hay transferencia de partículas a sábanas y fundas; el sudor y aceites cutáneos mantienen un microbioma que puede trasladarse a la ropa de cama. Aunque la ducha nocturna reduce parte de alérgenos y grasa, no evita que el cuerpo siga sudando durante la noche, y la higiene irregular de la ropa de cama puede limitar los beneficios y favorecer la proliferación de ácaros y olores.
La hora de la ducha y la higiene del descanso: cómo influye en el olor y la salud de la piel
A partir del análisis del microbioma cutáneo y de la dinámica entre sudor y ropa de cama, Freestone detalla que las bacterias, entre ellas estafilococos, metabolizan el sudor y liberan tioalcohol, un causante del olor corporal. El artículo advierte que por la noche, la transferencia de partículas hacia las sábanas y fundas puede convertir la ropa de cama en un vector de microbios si no se lava con regularidad. En contraposición, ducharse por la mañana facilita la eliminación de células muertas, sudor y bacterias acumuladas en las sábanas durante la noche, especialmente cuando la ropa de cama no se lava antes de acostarse.
«Como microbióloga, soy partidaria de ducharse por la mañana.» – Primrose Freestone, microbióloga, Universidad de Leicester
La discusión refleja un debate público sobre si conviene priorizar la higiene personal al despertar o justo antes de dormir. Aunque la ducha nocturna puede reducir parte de alérgenos y grasa, no impide que el cuerpo siga sudando durante la noche, y la limpieza de la ropa de cama emerge como un factor clave para minimizar la transferencia de microbios y olores entre el cuerpo y el entorno de descanso. Si las sábanas no se lavan con frecuencia, se acumulan células muertas que alimentan ácaros del polvo, cuyos excrementos pueden desencadenar alergias y agravar el asma, por lo que mantener una higiene regular de las sábanas se presenta como un complemento necesario para la salud de la piel y la calidad del descanso.