Una pareja argentina que viaja por el mundo en una casa rodante relató en Cali un robo de su teléfono móvil durante su estancia en la ciudad vallecaucana. El episodio, que quedó registrado en la cuenta de TikTok @larutamadre, contrasta con el recibimiento que recibieron por parte de la comunidad caleña, destacando la hospitalidad de los residentes incluso frente a la inseguridad. La historia los llevó a recorrer zonas como Barrio San Antonio, la Calle del Sabor, Boulevard del Río, Cristo Rey y el Parque del Triángulo, con la estatua de Cristo Rey, de 26 metros de altura, como referencia dominante de la urbe. A partir de este encuentro, la pareja encontró apoyo en una red de vecinos y en personas que les brindaron compañía y ayuda durante su paso por la ciudad, incluida la colaboración de Andrés, el cuidador de autos, así como de Eduardo y otros amigos que los acompañaron; también recibieron entre visitas una camiseta del América de Cali que ahora acompaña su recorrido por el continente.
El robo consistió en el hurto del teléfono móvil de la pareja, un golpe que, si bien afectó su seguridad, no opacó la calidez con la que Los caleños respondieron a la situación. En el relato, los argentinos exponen cómo Cali les dio una experiencia de convivencia y aprendizaje: más allá del incidente, mencionan el enorme cariño de la gente y los vínculos que se forjaron en una ciudad que se caracteriza por su vida nocturna y su cultura. Durante su estancia, dicen haber compartido charlas con Edu, intercambios de libros y la degustación de una de las mejores pizzas del viaje, experiencias que se veían fortalecidas por la presencia de Meli, Óscar y Alejo y por la participación de la banda de la pizzería La Terraza, así como la interpretación de Choco Orta, cantautora puertorriqueña, que dieron cuerpo a momentos de convivencia entre residentes y visitantes.
La ciudad que abraza a sus visitantes
La secuencia narrada en TikTok ha puesto de relieve la respuesta de la comunidad caleña, que hizo de la experiencia de la pareja una muestra de solidaridad y de redes de apoyo. Andrés, el cuidador de autos, figura como uno de los nombre de referencia que ofreció ayuda y orientación, mientras que otros vecinos se acercaron para conversar, intercambiar libros y compartir experiencias; la pizza de La Terraza y la presencia de Choco Orta son parte de estos lazos que se forjaron en un breve pero intenso periodo de convivencia. Los impulsores de la historia subrayan que Cali los recibió como si fueran parte de una gran familia, y que la experiencia quedará como recuerdo de una ciudad que, a pesar de sus riesgos, demuestra una notable capacidad de acoger a quienes llegan desde cualquier parte del mundo.
«Llegamos a Cali para aprender a bailar salsa y nos terminaron bailando peor que a Goicoechea en el 5 A 0 del Monumental. Un amigo de lo ajeno; chorro, punga, ladrón, ratero, estafador, carterista, maleante. Se llevó nuestro celular y nos complicó un poco la vida» – Pareja argentina
«Con Edu compartimos charlas y hasta intercambiamos un par de libros y los chicos nos hicieron probar una de las mejores pizzas del viaje» – Pareja argentina
«Gracias, Cali, porque más allá de un hecho puntual nos quedamos con el enorme cariño que nos dieron y estos nuevos amigos caleños que se parecieron a una gran familia durante unos días. Y gracias, Andrés, por esta camiseta del América de Cali que se va a seguir recorriendo el continente. Cali es Cali y lo demás es loma» – Pareja argentina
En síntesis, la cobertura de esta experiencia subraya que Cali, a pesar de los incidentes que pueden ocurrir, se mantiene como un lugar de encuentro y de empatía para visitantes extranjeros. La historia publicada en TikTok consolidó un relato que no solo pone en relieve un robo, sino que también celebra la solidaridad y la voluntad de los caleños de acoger a quienes llegan a la ciudad, dejando como recuerdo, además de vivencias y amistades, la camiseta del América de Cali que viaja por el continente.
















