En la cobertura de La Veintitrés Manizales, surge un retrato contundente sobre Reinaldo Rueda Rivera, entrenador colombiano que en los últimos ocho años ha dirigido a Chile, Colombia y Honduras en procesos de clasificación para Copas del Mundo y que, hasta ahora, ninguno de esos proyectos logró convertir en un boleto mundialista. La noticia más relevante llega desde Honduras, que quedó eliminada para el Mundial 2026 tras un empate 0-0 con Costa Rica, mientras Jamaica y Surinam avanzaron en la repesca.
Rueda Rivera, figura de una trayectoria que combina hitos y contratiempos, ya ha dejado huella en otros clubes y selecciones. Entre sus logros destaca haber formado a la Colombia sub-20 que disputó las semifinales en 2003 y haber conquistado la Copa Libertadores 2016 con Atlético Nacional, frente a Independiente del Valle. Su paso por Flamengo, presentado como entrenador y retirado del cargo antes de terminar 2017, forma parte de un itinerario que alterna experiencias a nivel de clubes y de selección. En el terreno de las selecciones, existen antecedentes de alto rendimiento que contrastan con la realidad reciente: Honduras clasificó a la Copa del Mundo en 2010 y Ecuador llevó a Brasil 2014, mientras que sus proyectos más cercanos en Chile y Colombia encajan en una narrativa de resultados que no han alcanzado el objetivo máximo.
En el detalle numérico, Chile disputó 27 compromisos bajo su mandato y obtuvo un 43% de puntos posibles. En la segunda etapa con Colombia, el técnico dirigió 22 partidos, 14 de ellos en eliminatorias y el resto en la Copa América Brasil 2021, un ciclo que culminó con 23 puntos y un sexto lugar en el proceso rumbo a Qatar 2022. Honduras, por su parte, no logró clasificar a Mundiales en 2014, 2018 ni 2022, y su camino hacia el Mundial 2026 quedó resuelto con la igualdad 0-0 frente a Costa Rica; Jamaica y Surinam avanzaron en la repesca. A la hora de contemplar su pasado, cabe recordar la Copa Libertadores 2016 con Atlético Nacional, su breve paso por Flamengo y otros antecedentes de alto rendimiento en el fútbol de la región, como la clasificación de Honduras a la Copa del Mundo en 2010, la participación de Ecuador en Brasil 2014 y la condición de Colombia sub-20 semifinalista en 2003, hitos que caracterizan un historial que hoy se confronta con una etapa de resultados menos favorables.
Balance de una década de proyectos de clasificación
Con todo, la suma de los tres proyectos recientes de Rueda Rivera dibuja una narrativa en la que los éxitos pasados contrastan con un rendimiento que no logró sostenerse en la arena de las eliminatorias y las fases decisivas. El cierre de Honduras para el Mundial 2026, tras el empate sin goles frente a Costa Rica y la progresión de Jamaica y Surinam en la repesca, añade un capítulo de reflexión para el fútbol de la región sobre la continuidad, la planificación y la eficacia de los procesos de clasificación que estos proyectos demandan.
«No se registraron declaraciones textuales en el material.» – Equipo de Redacción
En definitiva, la trayectoria reciente de Reinaldo Rueda Rivera, marcada por logros relevantes en el pasado y por una serie de resultados negativos en las últimas etapas, funciona como un espejo de las tensiones que atraviesan las selecciones nacionales de la región cuando se juegan decisiones de alto impacto. Este periodo invita a revisar estrategias, continuidad y la gestión de proyectos de clasificación para Copas del Mundo, mientras el directorio deportivo y los aficionados esperan respuestas sobre el futuro cercano de un entrenador que, con un historial mixto, sigue siendo figura central en la conversación sobre el rendimiento de las selecciones sudamericanas y centroamericanas.

















