El cantante Ryan Castro apareció disfrazado en Medellín, cerca del estadio Atanasio Girardot, y llevó a cabo una acción de apoyo económico a vendedores ambulantes: pagó 2 millones de pesos por 40 raspados y regaló un televisor de pantalla plana, además de intentar ayudar a otra vendedora con su negocio. El hecho fue registrado en un video publicado por primera vez el 5 de noviembre, en el que el artista, con peluca y bigote, interactúa en el entorno del estadio en coordinación con Bocados Anónimos y realiza compras y pagos para entregar los apoyos económicos a los vendedores presentes.
Según el relato de la escena, se trataba de 40 raspados grandes que, según el cartel, costaban 5,000 pesos cada uno, lo que razonablemente indicaría 200,000 pesos en concepto de raspados; sin embargo, el pago total reportado por la operación fue de 2,000,000 de pesos. Además, se confirmó que el vendedor Marco Tulio recibió 200,000 pesos por los raspados. Entre las acciones, Castro también entregó un televisor de pantalla plana y, en una segunda iniciativa, propuso comprar 40 paquetes de papas para compartir con amigos; la vendedora, aunque nerviosa, se comprometió a gestionar el pedido con la ayuda del cantante. La intervención se describe como parte de una segunda entrega para apoyar a las personas que trabajan en el lugar, y está ligada a la promoción de su primer concierto en un estadio, programado para el 25 de abril de 2026.
Ryan Castro y su particular campaña solidaria en Medellín
La acción, difundida a través del perfil de Bocados Anónimos, se enmarca en una intervención en la que el artista, disfrazado y acompañado por este colectivo, busca generar impacto directo en la vida de quienes trabajan en las inmediaciones del estadio mientras se prepara para su primera presentación en un estadio, prevista para abril de 2026. El episodio ha generado reacciones positivas en redes sociales y ha sido interpretado como una estrategia para acercar a la audiencia y reforzar la promoción de su espectáculo, sin perder de vista la dimensión solidaria de la propuesta.
«Vamos a cambiar un par de vidas, de gente que lleva trabajando, gente del ghetto que lleva trabajando mucho tiempo aquí en el estadio… vamos allá» – Ryan Castro, cantante
«muy afortunado» – Marco Tulio, vendedor
La iniciativa, además de su impacto humano inmediato, ha puesto de manifiesto el uso de gestos solidarios como parte de la narrativa de artistas en torno a sus shows, en este caso ligada a una promoción que busca consolidar la llegada de Castro al estadio. Aunque la acción se vincula a una primera etapa de contacto con el público en Medellín, también se inscribe en un marco más amplio que contempla futuras entregas para apoyar a los trabajadores informales del lugar durante eventos de gran afluencia, como el concierto del 25 de abril de 2026.

















