El Movistar Arena de Bogotá fue escenario, el 3 de noviembre de 2025, de un acto proselitista encabezado por Abelardo De La Espriella, precandidato presidencial para 2026, al que asistió Daniel Habif, escritor y conferencista, en un encuentro que desbordó las expectativas y que estuvo rodeado de controvertidas lecturas sobre financiamiento y apoyo político. En medio de la polémica, Alfredo Saade, exjefe de despacho de la administración de Gustavo Petro, cuestionó de manera abierta la participación de Habif y publicó en X críticas dirigidas a la organización y a la figura invitada, mientras que la intervención de Habif duró poco más de diez minutos; el orador agradeció la invitación y expresó su respaldo al precandidato, ante una asistencia que superó las 15 mil personas, según el conteo inicial de la organización.
Entre los datos relevantes se destacan los roles de los protagonistas: Habif, reconocido escritor y conferencista, pronunció un discurso centrado en hechos como los asesinatos de Miguel Uribe Turbay y de Carlos Alberto Manzo, en un marco que buscaba articular la narrativa del acto como una opción diferente dentro del tablero político de cara a las elecciones de 2026. De La Espriella, por su parte, promovió una campaña que pretende presentarse como ajena al establecimiento y que gira en torno a principios tradicionales, como la defensa de la propiedad privada y el fortalecimiento de la familia, con invitados de renombre a nivel nacional e internacional para ampliar su base de apoyo.
La controversia y el marco estratégico de la campaña
El contexto necesario indica que la estrategia de Abelardo De La Espriella es mostrarse como una figura ajena al entramado político, proponiendo un proyecto que pretende diferenciarse de actores tradicionales y abanderar una agenda de principios que, según sus promotores, podría atraer a un electorado desencantado. A lo largo de la jornada circularon menciones de que la boletería estaría agotada, afirmación que Saade cuestionó, al aludir a prácticas de promoción de “sold out” y a posibles regímenes de entradas regaladas o incluso lavado de dinero, lo que elevó la temperatura del debate público y alimentó la polémica sobre la legitimidad de las cifras y de las estrategias de campaña en un año electoral crucial.
“¿Tu mánager no te informó quién era la persona a la que venías a servirle?” – Alfredo Saade, exjefe de despacho de la administración de Gustavo Petro
“Dios te bendiga siempre Colombia. Colombia tiene el talento, la fuerza y el corazón de sobra para ser vanguardia en América Latina. Aquí se parieron mentes brillantes, poetas, artistas que conmueven al mundo entero y lo harán para siempre, emprendedores que crean donde no hay nada, científicos, campesinos, maestros, jóvenes con ideas que pueden transformar el destino de nuestro continente”, – Daniel Habif
“No entiendo cómo pueden avalar (por dinero) a alguien como @ABDELAESPRIELLA o tu manager no te dijo quién era el personaje a quien venías a servirle (por dinero claro está)”, – Alfredo Saade
“Cuento chimbo abelardo, crees que el país no sabe como funciona el titular “boletería agotada”?Todos sabemos que promocionan ventas y regalan las boletas, en algunos casos se usa para lavar dinero (grandes conciertos por ejemplo) y otro como seria tu caso, lo usan con doble propósito se ocultaría de donde sale tu plata para pagarle a la parrilla de artistas (que lleno el estadio, claro está no van a verte a ti, no tengañes) y otra seria para hacer creer un crecimiento exponencial de tu campaña (cosa que sabemos que es falsa tigrillo de papel)“, – Alfredo Saade
En síntesis, la jornada dejó en evidencia el cruce entre estrategias de campaña y prácticas de transparencia, intensificando el debate sobre cuál es el papel de figuras mediáticas en la contienda electoral de 2026 y hasta qué punto estos actos pueden influir en la percepción pública de un candidato que se presenta como una opción distinta al establishment. Aun así, el evento contó con invitados de reconocimiento nacional e internacional y consolidó la narrativa de De La Espriella como figura que intenta atraer a un electorado variado, en un contexto de alta expectativa para las elecciones presidenciales venideras.
















