Desde La Veintitrés Manizales, la noticia central de estas semanas apunta a un posible incremento del salario mínimo para 2026 que podría oscilar entre 6,5% y 7%, dejando el mínimo mensual entre 1.515.495 y 1.522.610 pesos si se aplica el tramo más bajo acordado en la negociación. Este rango surge en medio de la mesa de concertación que se mantiene abierta entre el Gobierno, empresarios y sindicatos y que podría definirse a finales de este año, dependiendo de la inflación estimada para 2025 y de la productividad que impactan directamente el cálculo de los aumentos.
La discusión, que se desarrolla bajo la vigencia de la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, podría concluír en noviembre o diciembre. Si no se logra un acuerdo, el Gobierno podría fijar el incremento por decreto, una opción contemplada para salvaguardar el poder adquisitivo frente a escenarios inflacionarios. En estas mesas participan el Gobierno de Colombia encabezado por el presidente Gustavo Petro, el ministro de Hacienda Germán Ávila y el ministro del Trabajo Antonio Sanguino; la academia está representada por la Universidad de La Sabana, a través del profesor Santiago Espinosa González; y los gremios Fenalco y Andi, con la data del Dane como respaldo para las proyecciones.
El salario mínimo actual es de 1.423.500 pesos. En el escenario más conservador, el mínimo podría situarse entre 1.515.495 y 1.522.610, con una proyección base de 1.516.027 pesos, lo que implicaría un incremento de 92.500 frente al año anterior. El auxilio de transporte, que hoy es de 200.000 pesos, se ajustaría en la misma proporción que el mínimo. Para sostener estas proyecciones, la inflación prevista para 2025 en el escenario base se sitúa en 4,5% (con un rango que podría llegar hasta 5,5%), mientras que la productividad se estima en 2,6%. El Dane indica que la inflación anual cerró en 5,18% en septiembre de 2025, y que más de tres millones de trabajadores formales quedan cubiertos por el mínimo, mientras que 57% de los trabajadores gana más de un salario mínimo. La informalidad laboral se ubica en 55,2% en agosto de 2025. Entre las propuestas discutidas está una posible incremento del 11% equivalente a 156.585 pesos, y los gremios señalan un límite del 7% para evitar presiones inflacionarias.
La dinámica de la negociación y las señales de los expertos
«Históricamente, no recuerdo una sola ocasión en donde el salario mínimo haya subido por debajo de la inflación, debido a que la inflación es el principal insumo para el cálculo de los aumentos del salario mínimo» — Santiago Espinosa González, profesor de la Escuela de Ciencias Económicas y Administrativas, Universidad de La Sabana
«por ende los aumentos del salario mínimo pueden variar bastante a lo largo de los años, pero siempre van alineados a la inflación, con algunos puntos por encima» — Santiago Espinosa González, profesor de la Universidad de La Sabana
«es necesario que se suba el pago más allá de la inflación porque a los trabajadores no se les debe solamente garantizar la recuperación del poder adquisitivo» — Gustavo Petro, presidente de Colombia
«el ajuste de 2026 debe ser “alto” e “importante”» — Gustavo Petro, presidente de Colombia
En contexto, la negociación responde a un marco histórico de concertación entre el Gobierno, la iniciativa privada y los trabajadores que, ante la falta de acuerdo, podría derivar en un decreto presidencial para fijar el aumento. La noticia adquiere relevancia porque el resultado afectará a millones de trabajadores, condicionará el poder adquisitivo y podría influir en la demanda interna y en la estabilidad macroeconómica. A ello se suma que el auxilio de transporte podría ajustarse de forma similar al salario mínimo, repercutiendo en el costo de vida de los hogares y en la dinámica del consumo nacional.














															
															
															
															
															

