La plantilla profesional del Club Atlético San Lorenzo de Almagro alzó la voz ante una crisis económica y laboral que golpea de lleno al equipo en pleno periodo competitivo. En un comunicado difundido recientemente por redes sociales, firmado por todos los jugadores y con la adhesión explícita de Jhojan Romaña, defensa del club, se denuncia que desde agosto de 2025 no han recibido íntegramente sus salarios y que existen carencias básicas como agua caliente y comida en las instalaciones del club. El texto subraya que las promesas de la dirigencia no se han cumplido y que hay una falta de respuestas claras ante la situación, una realidad que coloca al club en un panorama de tensión entre la plantilla y la administración, encabezada por el director deportivo Carlos Sánchez, en Buenos Aires, Argentina.
El hecho adquiere mayor relevancia en un contexto de inestabilidad interna y malos resultados deportivos para San Lorenzo, uno de los cinco grandes del fútbol argentino. El comunicado, difundido a través de las redes sociales por varios jugadores y suscrito por todo el plantel, sitúa a Jhojan Romaña, de 25 años, como una de las caras visibles de la denuncia. Romaña llegó a San Lorenzo a comienzos de 2024 procedente de Austin FC de la MLS, y su presencia en el equipo refuerza el perfil de liderazgo dentro de un grupo que reclama respuestas y soluciones inmediatas ante la crisis económica que atraviesa el club. La historia ocurre en un escenario urbano como Buenos Aires, donde crece la presión de la hinchada por una gestión más transparente y eficaz, especialmente ante un periodo de inestabilidad que se ha traducido en tensiones públicas entre la plantilla y la dirigencia.
La voz de la plantilla ante una crisis que amenaza al club
El comunicado va más allá de una reclamación salarial y señala que la situación afecta la dignidad de los jugadores y las condiciones laborales mínimas necesarias para desarrollar su profesión. Los integrantes del plantel aseguran que no buscan conflicto, sino una respuesta que permita continuar representando al club con el compromiso que han mostrado siempre, sin más demora ni excusas. En este marco, la declaración describe un deterioro que podría derivar en inestabilidad institucional y, a su vez, incidir en el rendimiento deportivo y en la relación con la afición, que observa con preocupación el devenir de la institución y exige respuestas claras a la dirigencia, especialmente a Carlos Sánchez, figura central en el manejo del club.
«Desde el mes de agosto no hemos percibido, en algunos casos, íntegramente nuestros salarios, lo que afecta directamente a nuestras familias y compromete el normal desarrollo de nuestra actividad profesional» – Jhojan Romaña, defensa
La coyuntura, además, sitúa a San Lorenzo en un cruce de caminos: por un lado, la necesidad de garantizar pagos y condiciones laborales, y por otro, la obligación de mantener la cohesión interna para encarar el resto de la temporada. El contexto del club, afectado por la crisis administrativa y por un descenso en el rendimiento deportivo, ha encendido el debate público y ha puesto los focos sobre la gestión de la directiva y su capacidad para responder a las exigencias de la plantilla y de la hinchada, que reclama resultados y transparencia. En Manizales y en otras ciudades, la noticia llega como un recordatorio de que la estabilidad de los grandes del fútbol argentino depende de la capacidad de sus dirigentes para cumplir promesas y proteger a quienes sostienen al equipo en cada partido.
















