Santiago J. Monroy García obtiene Highly Commended en Wildlife Photographer of the Year 2025

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El fotógrafo colombiano Santiago J. Monroy García obtuvo Highly Commended en Wildlife Photographer of the Year 2025, en la categoría Retratos de Animales, por su imagen «Saliendo de la oscuridad», elegida entre más de 66.000 imágenes de todo el planeta, un reconocimiento que coloca a Colombia en el mapa global de la fotografía de naturaleza y subraya el valor de la biodiversidad del país.

La distinción llega acompañada de una exhibición que se desplegará en el Museo de Historia Natural de Londres entre el 17 de octubre de 2025 y el 12 de julio de 2026, y que incluye la obra tomada en la Reserva Natural Ecopalacio, dentro del Parque Natural Chingaza, a unos 30 kilómetros de Bogotá. Monroy, biólogo y fotógrafo, es uno de dos latinoamericanos galardonados en esta edición, un hito que refuerza la presencia regional en una de las competencias más prestigiosas de la naturaleza a nivel mundial.

La fotografía fue tomada con cámaras trampa y luego editada para realzar texturas y tonos, en un proceso que incluyó la instalación de un estudio fotográfico en medio del bosque y la colaboración de habitantes locales para elegir el sendero adecuado. En la toma, gotas de agua salpicaron el lente, generando una textura inmersiva que, según el propio Monroy, no fue creada en postproducción, sino que forma parte del marco natural de la escena.

Una imagen que cruza fronteras y biodiversidad

La edición de texturas y tonos forma parte de la intención artística del proyecto, que Monroy describe como una herramienta para transmitir la atmósfera deseada y para que la imagen conserve la identidad del entorno. Esta pieza llega en un momento en que el oso andino, la única especie de oso en Suramérica, figura como vulnerable y su población en Colombia se estima entre 2.000 y 5.100 individuos, según Parques Nacionales. La distancia de toma, cercana a Bogotá, y el lugar de la escena, la Reserva Natural Ecopalacio, se combinan para ofrecer una visión íntima de un ecosistema de niebla y humedad que caracteriza a este territorio colombiano.

«Definitivamente, para mí es un sueño hecho realidad» – Santiago J. Monroy García, biólogo y fotógrafo

«Aquí estaban grandes inspiraciones con las que he crecido y fotógrafos que he visto desde hace muchísimo años y pensar que esto es una institución que tiene siglos de existir, que ha sido donde se ha moldeado la ciencia y la biología, es muy fascinante» – Santiago J. Monroy García, biólogo y fotógrafo

«El animal va enteramente mojado y lleno de gotas de agua, y hay como un marco alrededor de la fotografía, que no es un efecto hecho por mí en postproducción, sino, por el contrario, fueron gotas de agua que salpicaron el lente y generan como esta textura inmersiva» – Santiago J. Monroy García

«La edición, como ajustar texturas o tonos, permite al fotógrafo dar forma a la imagen, similar a los procesos en cuartos oscuros con fotografías de rollo» – Santiago J. Monroy García

«Yo siento que a mí esta foto particularmente me movió mucho cuando la vi. Sentí cosas, fue como: ‘¡Uf! Esta foto tiene mucho poder en ella’» – Santiago J. Monroy García

«Mi rol como biólogo lo que ha hecho es que me ha integrado y me ha hecho cambiar también mi perspectiva de observar, como de entender un poco los entornos, entender cómo funcionan las cosas» – Santiago J. Monroy García

«La fotografía es muy colombiana, ya que el oso andino es el único oso de Suramérica y es el oso nacional. La image no solo muestra al oso, sino también el bosque de niebla, percibiendo el frío y la humedad, lo que la convierte en una representación muy característica de los territorios colombianos» – Santiago J. Monroy García

Más allá de este reconocimiento, Monroy está involucrado en iniciativas de conservación y educación, entre ellas la creación del primer banco de hábitat en Suramérica, en los Llanos, con ganadería regenerativa y restauración ecológica, y la promoción de talleres de aviturismo y apropiación del territorio especialmente dirigidos a jóvenes y comunidades urbanas. La distinción ha abierto también puertas a colaboraciones con personas y fondos de conservación interesados en Colombia y Sudamérica, con la intención de promover un turismo responsable que beneficie a las comunidades locales y fortalezca la relación entre ciencia, territorio y ciudadanía.

Este reconocimiento no solo pone en valor una obra individual, sino que impulsa la visibilización de la biodiversidad colombiana a escala global y refuerza el vínculo entre ciencia, comunidades y conservación. Con el oso andino como protagonista de esta historia, la imagen de Monroy invita a mirar hacia una Colombia que, más allá de sus paisajes, guarda una riqueza natural que reclama cuidado y acción colectiva.

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