En la recta final del año, cuando la Novena de Aguinaldos envuelve a las familias y a las empresas, los deseos navideños se entrelazan con las expectativas para el próximo ciclo económico. De acuerdo con la información publicada por EL COLOMBIANO, varios líderes del sector privado manifiestan anhelos orientados a la estabilidad, la inversión y la prosperidad empresarial para el siguiente periodo.
El ambiente nacional continúa marcado por la incertidumbre política y la inestabilidad económica, además de tensiones internacionales y preocupaciones relativas a la seguridad. A ello se suman medidas públicas que afectan a sectores clave como la exploración y extracción de minerales, la energía y la obra civil. Con la transición presidencial prevista para 2026, analistas señalan posibles giros en la orientación macroeconómica del país.
Entre los especialistas, se indica que la llegada de un nuevo gobierno podría redefinir estrategias para estimular la reactivación y sostener el impulso de grandes proyectos. En este marco, la confianza de inversionistas, la inversión y la credibilidad de la política monetaria aparecen como pilares para la recuperación a mediano plazo.
El estudio de Grupo Cibest proyecta una recuperación moderada para 2026, pero advierte sobre obstáculos fiscales y desafíos inflacionarios. Los expertos recalcan que la estabilidad macro será posible si se consolidan reformas fiscales y se garantiza la credibilidad de la conducción monetaria, junto con una robusta confianza de mercados.
A partir de ese contexto, representantes empresariales citados por EL COLOMBIANO expresaron sus prioridades para el año que se aproxima. A continuación, se presentan las declaraciones de algunos actores del sector privado:
«Se necesita un marco estable que facilite la inversión privada y la creación de empleo.»
«Tenemos que avanzar con políticas que impulsen el desarrollo y la protección de la confianza empresarial.»
«Pedido de serenidad en las decisiones y equidad para las acciones gubernamentales.»
«Prioridad a la seguridad social, la recuperación sanitaria y el fortalecimiento de libertades democráticas.»
Estas expresiones reflejan un deseo compartido por lograr estabilidad, progreso y armonía institucional para afrontar un periodo de transición política y económicas desafiantes.
Desafíos fiscales para 2026
La visión de Corficolombiana y otros especialistas subraya que el año electoral incrementa la necesidad de un debate técnico y sólido sobre la sostenibilidad de las cuentas públicas. Se prevé que la variación en el gasto, la recaudación y la deuda exigirá acuerdos entre los poderes público y legislativo, con metas claras y procedimientos transparentes.
Las proyecciones apuntan a que, pese a la expectativa de mejora, persisten desequilibrios que podrían demandar reformas estructurales y medidas que impulsen la inversión sin generar presiones inflacionarias. En ese marco, los candidatos presidenciales deberían presentar propuestas factibles y verificables para contener el déficit y sostener la confianza de inversores domésticos y foráneos.
En síntesis, el contexto fiscal para 2026 requiere soluciones responsables que fortalezcan la credibilidad macroeconómica y preserven la estabilidad financiera del país.

















