La senadora María Fernanda Cabal, precandidata presidencial del Centro Democrático, encendió este jueves una controversia al acusar públicamente al sindicato Unión Sindical Obrera, conocido como USO, de apoyar a Gustavo Petro y al tiempo cuestionar las decisiones energéticas que afectan a Ecopetrol. Cabal afirmó que “Hoy se rasga las vestiduras” en alusión a lo que considera una postura hipócrita del sindicato frente a la defensa del aparato productivo nacional. En respuesta, el USO sostuvo que defender Ecopetrol es defender la soberanía energética y advirtió que no permitirán la venta del campo Permian, ubicado en Estados Unidos, por su impacto negativo en la operación y las finanzas del Grupo Ecopetrol. En el trasfondo de la disputa se menciona que el USO aportó 1.033 millones de pesos a la campaña de Petro en 2022, un dato que amplifica la lectura de financiamiento político en medio del debate sobre activos estratégicos y soberanía energética.
Las declaraciones públicas y las publicaciones en redes sociales se enmarcan en un contexto de alto voltaje en torno a la posible venta de activos estratégicos de Ecopetrol vinculados al fracking, como el campo Permian, lo que ha encendido la conversación sobre la soberanía energética de Colombia. Ecopetrol es, como sostienen los defensores de la empresa, una columna vertebral de la matriz energética del país: la compañía produce el 60% del petróleo, el 80% del gas natural y refina 430 mil barriles por día para sostener el 60% de la gasolina y proveer el 100% de diésel, Jet, asfalto y petroquímicos que consume la industria nacional. A ello se suman las transferencias al Gobierno por 138 billones de pesos, repartidos entre 41,3 billones en utilidades distribuidas como dividendos, 31 billones por regalías y 66 billones por impuestos, cifras que configuran un retrato claro de la interdependencia entre Ecopetrol y las finanzas estatales. En medio de este tablero, circula la afirmación de que Ecopetrol sostiene el 86% del flujo de caja de la empresa, un dato que muchos actores citan para subrayar la magnitud de su papel central en la economía nacional y la necesidad de salvaguardar su gestión frente a cualquier desinversión que afecte su capacidad operativa.
La tensión entre soberanía energética y estrategia corporativa
El trasfondo de la confrontación es claro: Petro ha planteado la posibilidad de vender activos estratégicos de Ecopetrol vinculados al fracking, incluido el campo Permian, un escenario que genera dudas sobre la continuidad de la producción y las decisiones de inversión del grupo. En ese marco, Cabal acusa a la USO de haber contribuido a ciertas prioridades políticas y advierte que el sindicalismo, que representa a los trabajadores de Ecopetrol, no puede actuar como un coautor de lo que considera una estrategia que podría dañar el tejido productivo del país. La discusión, que ya ha cruzado las redes sociales y los foros parlamentarios, se inscribe en una disputa más amplia sobre la percepción de la soberanía energética y la responsabilidad histórica de las instituciones frente a un panorama de transición y de cambios en la gestión de los activos petroleros.
«Hoy se rasga las vestiduras» – María Fernanda Cabal, senadora
«Colombia no puede dejar de producir petróleo y gas mientras haya demanda, porque perderá soberanía energética. Presidente, NO permitiremos que Ecopetrol venda el Permian, pues afectaría drásticamente el desempeño operativo y financiero del Grupo Empresarial» – USO
«Ese fue un acto político consciente, no un accidente. Apostaron por un proyecto que desde el principio dejó claro su desprecio por la industria de los hidrocarburos» – María Fernanda Cabal
«Ustedes contribuyeron activamente a poner a Petro en la Casa de Nariño, y ahora deben asumir las consecuencias» – María Fernanda Cabal
«Defender a Ecopetrol no es solo cuestión de discursos o comunicados cuando el agua está al cuello. Era cuestión de principios, de responsabilidad histórica. El sindicalismo no puede ser cómplice político de quienes buscan destruir el aparato productivo nacional» – María Fernanda Cabal
El episodio llega en un momento de debate público sobre la venta de activos estratégicos de Ecopetrol y la integridad de la cadena productiva. La posición de Cabal, junto con la defensa de USO, anticipa un escenario de confrontación que podría impactar las decisiones operativas de Ecopetrol y alimentar una narrativa sobre la soberanía energética del país. Aunque los efectos de estas filtraciones y cruzadas políticas son difusos, la historia subraya la sensibilidad de un sector clave de la economía ante observadores nacionales e internacionales, que miran de cerca cómo se balancean inversión, empleo, ingresos fiscales y seguridad energética en una nación que ha mostrado una fuerte dependencia de sus hidrocarburos para sostener su crecimiento.
















