En un nuevo hecho de violencia que sacude a Santander, sicarios en motocicleta acabaron con la vida de Antonio Porras, un joven oriundo de la vereda Llano Grande en Pinchote que recientemente había cumplido con su servicio militar, e hirieron de gravedad a otro muchacho no identificado durante la noche del sábado 13 de diciembre de 2025 en el barrio José Antonio Galán de San Gil. Los atacantes llegaron a bordo de una motocicleta, abrieron fuego contra un grupo de muchachos que conversaban en vía pública y huyeron rápidamente del lugar, dejando a la comunidad en estado de shock ante el brutal ataque.
Antonio Porras recibió impactos de bala en el rostro y otras partes del cuerpo, lo que le causó la muerte en el sitio, mientras que el joven herido, quien presenta varias heridas de bala y se debate entre la vida y la muerte en delicado estado de salud, fue trasladado de urgencia a un centro asistencial por miembros de la comunidad alertados por las detonaciones. Familiares de la víctima fatal confirmaron sus datos personales a medios locales, y la Policía Nacional junto con la Sijin realizaron el levantamiento del cadáver y la recolección de pruebas en la escena del crimen, en medio de una investigación que busca esclarecer los motivos del homicidio.
Ola de inseguridad azota Santander
Este suceso se suma a la creciente ola de violencia en el departamento, donde en la madrugada del mismo sábado 13 de diciembre dos hombres fueron asesinados y una mujer resultó gravemente herida en una zona boscosa de Floridablanca, lo que evidencia un doble homicidio en menos de 24 horas que tiene consternada a la región. La comunidad de San Gil, indignada por el aumento de estos hechos violentos, exige justicia inmediata y mayor presencia policial para frenar la imparable escalada de sangre.
“Aunque intentamos auxiliarlo, no hubo nada que hacer”
Fuente consultada por Vanguardia
“Se le va a extrañar resto. No entendemos por qué, mi socio. Cuídanos desde el cielo”
Mensaje en redes sociales de allegados
Las autoridades judiciales y la Policía Nacional continúan profundizando en las investigaciones de ambos casos para identificar a los responsables y desentrañar las posibles causas, que por ahora permanecen bajo reserva, mientras los vecinos de estos barrios claman por un retorno a la tranquilidad en un Santander marcado por la inseguridad.

















