En un repaso por las situaciones más insólitas que marcaron el año en el sistema de transporte masivo TransMilenio de Bogotá, un artículo reciente recopila siete anécdotas destacadas ocurridas entre febrero y noviembre de 2025, protagonizadas por pasajeros anónimos, un personaje conocido como «El Guajiro 69», un pastor no identificado y un joven rockero sin nombre propio. Estos eventos, capturados en videos que se viralizaron rápidamente en redes sociales, reflejan la cotidianidad caótica y a veces surrealista del servicio, desde estaciones como Policarpa y CAN-British Council hasta los buses abarrotados en horas pico.
Todo comenzó en febrero con el tierno caso de un perro toy criollo arropado con una cobija por una pareja de adultos mayores, un gesto de ternura en medio del ajetreo urbano. Ese mismo mes, el cambio de nombre de la estación CAN a CAN-British Council desató una ola de memes y bromas en redes, con usuarios anónimos imaginando a los bogotanos adoptando acentos ingleses para defenderse de atracos o rechazar vendedores ambulantes.
Locuras bajo la lluvia y en hora pico
En marzo, durante un momento de intensas lluvias, «El Guajiro 69» protagonizó uno de los videos más virales al nadar en ropa interior desde la estación Policarpa hasta el andén, acumulando un millón de interacciones en menos de 12 horas. Abril trajo la reconciliación emotiva de una pareja que, tras una discusión, compartió un pollo asado en un bus durante la hora pico, secándose las lágrimas mientras comían. Mayo fue testigo de un joven rockero que organizó un canto colectivo de cumpleaños para su novia ausente en un bus repleto, convirtiendo el trayecto en una fiesta improvisada.
«Oye mi perro, me puedes llevar a la estación British Council?»
Usuario anónimo en redes sociales
Exorcismos, ratas y más surrealismo
Octubre escaló la extravagancia con un pastor no identificado que intentó un exorcismo sobre un joven rockero, quien respondió desafiante con la mano cornuda, todo grabado en video. Noviembre cerró el año con una rata gris posada sobre la gorra de un pasajero, evocando comparaciones con la película Ratatouille. Comentarios en redes capturaron el humor bogotano, como aquella reflexión sobre la nueva estación: «Nada como la hora del té y una buena vista en Transmilenio después de salir de la estación de British Council», o la profecía irónica de que «ahora todos los bogotanos como obra de Dios empezarán a hablar inglés y con el acento británico».
«Grábame y llévale estas palabras a tu sacerdote, a tu satanás… dígale a satanás que ya no tiene salvación, hijo del diablo»
Pastor no identificado durante exorcismo en TransMilenio
Estas anécdotas, surgidas en el corazón del sistema TransMilenio que moviliza a millones en Bogotá, no solo entretuvieron a la ciudadanía, sino que subrayan la resiliencia y el ingenio de sus usuarios ante las adversidades diarias, desde el clima impredecible hasta la superpoblación en los articulados.

















