La Cárcel de máxima seguridad de Palogordo, ubicada en Girón, Santander, lleva 13 días consecutivos sin energía eléctrica debido a un transformador dañado, lo que agrava los riesgos de seguridad en el penal, especialmente durante la noche por la falta de iluminación. En medio de esta crisis, dos presos iniciaron hace seis días una huelga de hambre extrema al coserse la boca para exigir su traslado a cárceles cercanas a sus familias, una en Villavicencio y la otra en Barranquilla, recibiendo únicamente hidratación mediante sueros intravenosos mientras se activan protocolos de supervisión médica.
La dirección del penal notificó a la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec) desde el inicio del corte, el pasado 3 de diciembre, y aunque se asignó un contrato para el reemplazo del transformador con operarios designados para ingresar, hasta la fecha no se ha ejecutado la reparación. Hernando Mantilla, veedor ciudadano y defensor de Derechos Carcelarios en Santander, alertó sobre la vulnerabilidad que genera esta situación en una cárcel de máxima seguridad, donde la ausencia de luz nocturna propicia escenarios negativos.
Huelga extrema por acercamiento familiar
Los dos internos en huelga demandan ante el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) su traslado por motivos de acercamiento familiar, un derecho que Mantilla ha respaldado en miles de solicitudes similares, destacando la dificultad cuando un preso está en Bucaramanga y su familia reside lejos, como en este caso.
“Dijeron que el contratista ya estaba designado y que se había hecho la lista de operarios para ingresar a la cárcel”
Hernando Mantilla, veedor ciudadano
Mantilla criticó la inacción pese a las promesas, subrayando que aunque la orden exista, si el contratista no actúa, el problema persiste, y a hoy no se ha avanzado en nada.
“La orden puede estar, pero si el contratista no hace el trabajo, el problema sigue. Y a hoy no han hecho nada”
Hernando Mantilla, veedor ciudadano
“Estamos hablando de una cárcel de máxima seguridad. No tener luz, sobre todo en la noche, se presta para situaciones bastante negativas”
Hernando Mantilla, veedor ciudadano
Respecto a la huelga, el defensor enfatizó su gravedad al involucrar el derecho fundamental a la vida, ya que los presos no solo rechazan alimentos sino que se han cosido la boca, lo cual es delicado en términos de derechos humanos.
“Hace seis días aproximadamente dos internos entraron en una huelga de hambre, pues no es sencillamente que no reciban alimentos como tal, sino que se cosieron la boca, eso obviamente es muy delicado porque tiene que ver con derechos humanos propiamente dichos, sobre todo el derecho más fundamental de todos que es la vida”
Hernando Mantilla, defensor de Derechos Carcelarios
“Los internos piden el traslado a cárceles cercanas a la familia de ellos. Aquí el problema está en lo siguiente, yo soy testigo de eso porque he hecho miles de solicitudes de traslados de internos buscando lo que ellos también llaman el acercamiento familiar. Es muy fregado y desde varios puntos de vista que un interno esté en Bucaramanga y la familia esté como esos dos señores, la una en Villavicencio y la otra en Barranquilla, es difícil”
Hernando Mantilla, defensor de Derechos Carcelarios
Se espera que la reparación del transformador se realice durante el fin de semana, según las expectativas generadas, mientras persiste la tensión por la falta de iluminación que incrementa la vulnerabilidad en el penal administrado por el Inpec.

















