El Servicio Geológico Colombiano registró un sismo de magnitud 3.7 en el municipio de Palestina, en el departamento de Caldas, el pasado 30 de diciembre a las 12:04 hora local. El movimiento telúrico se originó en las coordenadas 5.006724834 de latitud norte y -75.67588043 de longitud oeste, con una profundidad de 105 kilómetros, según información preliminar que podría estar sujeta a cambios. Este evento se produce en una zona de alto riesgo sísmico, típica de la región andina colombiana.
La magnitud de 3.7 en la escala de Richter indica un temblor de intensidad moderada, que podría haber sido apenas sentido por algunas personas en reposo, de acuerdo con la Escala Macrosísmica Europea (EMS-98), a partir del nivel 2. Caldas figura entre los departamentos con mayor actividad sísmica en el país, junto a Nariño, Chocó y Santander, en un territorio ubicado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se concentran alrededor del 80 por ciento de los temblores fuertes a nivel mundial.
Contexto tectónico y riesgos en Colombia
La actividad sísmica en esta zona responde a la interacción constante entre las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana, así como entre la Sudamericana y la del Caribe, que generan una dinámica geológica incesante. Colombia, por su posición estratégica, enfrenta con frecuencia estos fenómenos, lo que subraya la importancia de la preparación y el monitoreo constante por parte de entidades como el Servicio Geológico Colombiano.
Sismos históricos que marcan la memoria colectiva
Eventos pasados recuerdan la vulnerabilidad del país ante estos desastres naturales. En 1868, un sismo entre Ecuador y Colombia de magnitud entre 6.3 y 6.7 dejó cerca de 70.000 víctimas; en 1875, el de Cúcuta, con magnitudes estimadas entre 7.5 y 8.5, causó al menos 461 cuerpos reportados en territorio colombiano; el de Esmeraldas en 1906, de 8.8, provocó un tsunami con 1.500 muertos; el de Páez en 1994, de 6.4, sumó alrededor de 800 fallecidos; y el devastador del Eje Cafetero en 1999, de 6.2, superó las 1.000 víctimas mortales. Estos precedentes resaltan la necesidad de vigilancia permanente en regiones como Caldas.
Autoridades y expertos llaman a la población a mantener la calma y seguir los protocolos de prevención, recordando que la mayoría de estos sismos no generan daños mayores cuando se toman las medidas adecuadas. El Servicio Geológico Colombiano continúa monitoreando la zona para actualizar la información a medida que se refine el análisis.

















