La devoción a San Emigdio de Ascoli, patrón contra los temblores, ha experimentado un notable crecimiento entre los fieles católicos en Colombia tras el sismo de magnitud 5,8 grados registrado el 10 de diciembre de 2025 a las 03:27 a.m., con epicentro en el municipio de Los Santos, en el departamento de Santander. En hogares y comunidades de todo el país, miles de personas recurrieron a la recitación de su oración protectora, acompañada del Padrenuestro, Avemaría y Gloria, buscando consuelo ante la actividad sísmica frecuente que caracteriza a la nación.
El Servicio Geológico Colombiano, que cuenta con más de 200 estaciones sismológicas, reportó el evento, el cual se suma a los cerca de 300.000 temblores registrados en las últimas tres décadas en el territorio nacional. Esta respuesta religiosa se enmarca en la tradición devocional que ofrece serenidad en momentos de peligro, especialmente en un país ubicado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, responsable del 80 por ciento de los sismos más fuertes del mundo y del 75 por ciento de los volcanes del planeta, con fallas activas como las de Bucaramanga, Romeral y Murindó.
El legado de San Emigdio y su oración milagrosa
San Emigdio de Ascoli, primer obispo de Ascoli Piceno en Italia, es venerado desde el siglo XVIII por su intervención providencial durante el devastador terremoto de 1703. Su culto se ha extendido a América Latina, regiones de alta actividad sísmica, y su oración ha sido transmitida por generaciones, recomendada incluso por el papa emérito Benedicto XVI. El reciente aumento en la percepción de temblores en Colombia se debe tanto a la mejor detección tecnológica como al crecimiento de la población en zonas de riesgo.
«Dios Nuestro Señor nos bendiga, y nos defienda, nos dé auxilio y tenga misericordia de nosotros, vuelva a nosotros su piadoso rostro y nos de paz y santidad. Nuestro Señor bendiga esta casa y a todos los que en ella habitamos y nos libre del ímpetu del terremoto en virtud del dulcísimo nombre de Jesús. La verdadera sangre de Nuestro Señor Jesucristo nos libre de la peste, de la guerra, del rayo de los temblores y de todos los enemigos. Amén. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo inmortal.»
Oración a San Emigdio de Ascoli
Esta práctica devocional no solo fortalece la fe colectiva en tiempos de incertidumbre, sino que refleja la resiliencia espiritual de los colombianos frente a la geología impredecible de su patria, un fenómeno que une tradición religiosa y realidad sísmica en un ritual de esperanza compartido por parroquias como San Martín de Porres y diócesis vecinas.

















