El Servicio Geológico Colombiano reveló que el sismo de mayor magnitud registrado en el país ocurrió el 31 de enero de 1906 en el Pacífico colombiano, con una intensidad de 8.4 grados y una profundidad de 20 kilómetros, generando un devastador tsunami con olas de entre dos y cinco metros de altura en zonas como Bajo Baudó y Pizarro. Este fenómeno, documentado a través de históricos y la base de datos de Sismicidad Histórica del SGC, también impactó la provincia de Esmeraldas en Ecuador y fue sentido desde Bogotá hasta ese país vecino, modificando la topografía del litoral Pacífico y causando daños significativos. La información cobra relevancia tras el aumento de consultas por el reciente sismo de magnitud 5.8 ocurrido el miércoles a las 03:27 horas, con epicentro a 11 kilómetros al norte de Los Santos, en Santander, y una profundidad de 150 kilómetros.
El SGC enfatiza que la zona de Los Santos forma parte del conocido Nido Sísmico de Bucaramanga, donde se concentran miles de temblores al año y se localizan varias estaciones de monitoreo para un seguimiento activo del fenómeno. Este tipo de subducción en el Pacífico es propenso a maremotos en las costas, como ocurrió en 1906, pero destaca que la magnitud no siempre coincide con las mayores afectaciones humanas, ya que terremotos de menor intensidad han sido más destructivos.
El caso de Armenia 1999, el más letal en la historia reciente
Un ejemplo claro es el terremoto de Armenia del 25 de enero de 1999, con magnitud 6.1 y epicentro en la zona de Córdoba, en Quindío, que dejó un saldo trágico de 1.185 fallecidos, 8.536 heridos y 35.000 viviendas destruidas, afectando municipios como Armenia, Calarcá, La Tebaida, Montenegro, Salento, Filandia y Pereira. Según estadísticas del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el evento generó 138 réplicas, siendo la mayor de magnitud 5.5, lo que ilustra cómo factores como la profundidad, la ubicación y la vulnerabilidad de las construcciones influyen más que la sola magnitud.
“Allí se localizan varias estaciones de monitoreo que permiten un seguimiento activo del fenómeno en el área conocida como el ‘Nido Sísmico de Bucaramanga’”
Servicio Geológico Colombiano
“La base de datos histórica nos permite identificar diferencias claras entre los terremotos más fuertes y los más destructivos, así como hacer pedagogía sobre el comportamiento sísmico de regiones como Los Santos”
Servicio Geológico Colombiano
Con base en documentos históricos y la autoridad del SGC como principal fuente en sismicidad histórica, junto a los datos del DANE, estos registros subrayan la importancia de la preparación ante la actividad sísmica constante en Colombia, invitando a la población a fortalecer la conciencia sobre riesgos en zonas como el Pacífico y el Nido de Bucaramanga para mitigar futuros impactos.

















