Un sismo de magnitud 3.6 se registró en la municipalidad de Frontino, en el departamento de Antioquia, según datos preliminares del Servicio Geológico Colombiano. El movimiento telúrico ocurrió el pasado 7 de diciembre a las 22:50 hora local, con epicentro en las coordenadas 6.789229393 de latitud y -76.18243408 de longitud, a una profundidad de apenas 5 kilómetros. Estas cifras iniciales podrían ajustarse en los próximos reportes del SGC, ya que corresponden a mediciones preliminares sujetas a revisión en magnitud y ubicación exacta, en una zona caracterizada por la actividad sísmica derivada de la subducción de placas tectónicas.
Colombia se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las regiones más activas del planeta donde se origina aproximadamente el 80 por ciento de los temblores fuertes a nivel mundial y el 75 por ciento de los volcanes activos. El país se ubica en áreas de intensa interacción tectónica, como la subducción entre las placas Nazca y Sudamericana, así como entre la Sudamericana y la Caribe, lo que explica la frecuencia de estos eventos en departamentos como Nariño, Chocó, Caldas y Santander, siendo Los Santos considerada la segunda zona más sísmica del mundo. La intensidad de este sismo se mide según la Escala Macrosísmica Europea EMS-98, donde un nivel 2 implica que apenas se siente, el 3 que se percibe levemente, el 4 de manera amplia, el 5 de forma fuerte, el 6 genera daños leves, el 7 moderados y superiores a 7 causan destrucción severa.
Colombia y el Cinturón de Fuego del Pacífico
En esta región sucede aproximadamente el 80 por ciento de los temblores fuertes del mundo, lo que resalta la vulnerabilidad constante del territorio nacional. Eventos históricos mortíferos ilustran el potencial destructivo de la sismicidad en la zona: el terremoto de Ecuador y Colombia en 1868 dejó alrededor de 70.000 víctimas; el de Cúcuta en 1875, con magnitud entre 7.5 y 8.5, causó 461 muertes solo en Colombia; el de Esmeraldas en 1906, de 8.8, provocó 1.500 fallecidos por tsunami en Tumaco; el de Páez en 1994, magnitud 6.4, registró 800 muertos; y el del Eje Cafetero en 1999, de 6.2, superó las 1.000 víctimas fatales, con más de 4.000 heridos y 500 desaparecidos.
Autoridades y expertos recomiendan a la población de Frontino y áreas cercanas mantener la calma, verificar estructuras y seguir protocolos de prevención ante réplicas posibles, en un contexto donde la preparación sísmica sigue siendo clave para mitigar riesgos en esta nación de alta actividad tectónica.

















