Trump suspende ayuda antidrogas a Colombia desde 22 de octubre; aranceles se anuncian el 27

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Manizales, 23 de octubre de 2025. En una jornada que altera la dinámica de la relación entre Estados Unidos y Colombia, desde Air Force One, Donald J. Trump, presidente de Estados Unidos, dirigió un ataque verbal contra el presidente colombiano Gustavo Petro, calificándolo de “matón” y un “mal tipo” por sus constantes críticas y su presunta relación con grupos ligados al narcotráfico, como el cartel de los Soles. En paralelo, anunció la suspensión, a partir del 22 de octubre de 2025, de los envíos de recursos estadounidenses destinados a la lucha antidrogas en Colombia, una medida que se acompaña de la previsión de un anuncio formal el 27 de octubre de 2025 sobre la imposición de nuevos aranceles a las exportaciones colombianas. La síntesis de la información, basada en la cobertura de EFE, señala que la escalada incluye respuestas de autoridades colombianas y un despliegue de mensajes que buscan marcar el tono de la relación bilateral en un momento de tensiones por la política antidrogas.

El contexto de estos hechos está cargado de antecedentes de fricción entre Washington y Bogotá por la lucha antidrogas y la posible inclusión de Petro en la Lista Clinton, amén de dudas sobre la continuidad de recursos y apoyos. En la crónica publicada se mencionan otros hechos relevantes: el 17 de octubre de 2025 se difundió un video difundido por el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, que atribuye a un barco vinculado al ELN una explosión ocurrida en fechas cercanas, y el 16 de septiembre de 2025 se registró un ataque en el mar Caribe que añade combustible a la polémica. En respuesta a la ofensiva diplomática, Petro respondió públicamente calificando las afirmaciones de Trump como groseras e ignorantes con Colombia, mientras que el ministro de Defensa colombiano, Pedro Sánchez, respaldó la agenda de Petro para neutralizar el narcotráfico; por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia denunció que las palabras de Trump constituyen una amenaza a la soberanía nacional.

Escalada de tensiones entre Bogotá y Washington y respuestas oficiales

En el centro del intercambio estuvieron las declaraciones de Petro, quien sostuvo que lo que propone Estados Unidos no puede ser visto como una lucha contra el narcotráfico sino como una presión política que vulnera la soberanía; añadió que tratar de impulsar la paz de Colombia no es ser narcotraficante, una crítica contundente que dejó en claro su rechazo a la injerencia. El ministro de Defensa colombiano, Pedro Sánchez, afirmó que puede dar total fe del empeño que tiene Colombia para neutralizar el narcotráfico y respaldó la postura de su gobierno ante las medidas que puedan afectar la cooperación en seguridad. Desde la Cancillería, el Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que las palabras de Trump son una amenaza directa a la soberanía y que se mantendrán las acciones diplomáticas para salvaguardar los intereses nacionales. En la lectura oficial, también se mencionó la posibilidad de que Estados Unidos reduzca fondos o reconfigure su apoyo en la lucha antidrogas, lo que alimenta la preocupación por la continuidad de alianzas estratégicas en la región.

«Petro es un “matón” y un “mal tipo” por su constante ataques y presunta asociación con grupos ligados con el narcotráfico, como el cartel de los Soles.» – Donald Trump, presidente de Estados Unidos

La cobertura destaca, además, que el entorno inmediato de la noticia apunta a un endurecimiento de la cooperación bilateral y a una mayor fricción diplomática, con respuestas explícitas de Colombia ante las medidas anunciadas por Estados Unidos y con la expectativa de un desarrollo gradual de la postura estadounidense ante la política antidrogas. Se subraya que la fuente principal de este informe es la agencia EFE, que plantea los elementos para entender la evolución de la relación entre ambas naciones en un periodo en el que la acusación de narcotráfico, la intervención en soberanía y la dimensión económica se entrelazan de forma inédita, con el despliegue de recursos, sanciones y restricciones comerciales que podrían marcar un nuevo capítulo en la confrontación entre Bogotá y Washington.

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