Mónica Paola Rojas, usuaria del sistema TransMilenio en Bogotá, resultó lesionada en el cuello y el rostro durante la hora pico en la estación Biblioteca Tintal, al impactar contra una cuerda atravesada con una pelota de baloncesto utilizada en una actividad lúdica organizada presuntamente por recreacionistas de la Alcaldía Distrital. El incidente ocurrió en un área de circulación de pasajeros sin señalización ni protocolos de seguridad, lo que generó un reclamo inmediato de la afectada hacia el personal responsable, quienes no brindaron atención adecuada.
Según el testimonio de Rojas, avanzaba rápidamente cuando la cuerda la frenó abruptamente, golpeándola en el cuello y la cara con la pelota atada. Al dirigirse a los recreacionistas para reclamar, estos le respondieron de manera despectiva, impidiendo además que su esposo grabara el hecho y llamando a la policía. El equipo de seguridad de TransMilenio intervino posteriormente retirando el juego por el peligro que representaba, aunque ni la empresa ni los responsables se han comunicado con la víctima.
Respuesta del personal y falta de atención médica
Los recreacionistas, presuntamente vinculados a la Alcaldía Distrital, minimizaron el incidente culpando a Rojas por su prisa en una estación no apta para correr, en lugar de reconocer la falta de advertencias en una zona transitada por usuarios como ancianos o madres con bebés. La afectada presenta dolor persistente, molestias al respirar y comer, así como una marca visible en el cuello, y denuncia la inexperiencia del personal que expuso riesgos innecesarios a otros pasajeros.
«Bueno, señora, si tenía afán, pues madrugue. La estación no es para correr.»
Recreacionistas, según testimonio de Mónica Paola Rojas
«Yo avancé rápidamente y la cuerda atravesada me pega en el cuello. Al parecer, la cuerda tenía como una pelota de baloncesto y esa me pega en la cara. Yo freno, porque la cuerda me frena abruptamente, y pues me dirijo hacia ellos para hacer el reclamo.»
Mónica Paola Rojas, usuaria
Rojas optó por curaciones básicas con compañeros y una consulta en una droguería cercana, donde le advirtieron de una posible infección, evitando un centro de salud por las demoras en citas y emergencias. Este suceso resalta las fallas en la coordinación de actividades recreativas en espacios públicos de TransMilenio, donde la seguridad de los usuarios debería primar sobre iniciativas lúdicas sin planificación adecuada.
«Me dijeron que podía tener una posible infección. Entonces, pero fue en la droguería, realmente no me tomé el trabajo de ir a un centro de salud, porque tendría que pedir cita, porque emergencias, bueno, no van a atender.»
Mónica Paola Rojas, usuaria
La falta de protocolos y comunicación posterior por parte de las entidades involucradas deja en evidencia vulnerabilidades en el sistema de transporte masivo bogotano, exigiendo mayor responsabilidad en eventos que interfieran con la circulación diaria de miles de pasajeros.

















