La reapertura de la vía Bogotá–Villavicencio en el kilómetro 18, tras más de dos meses de cierre, se confirmó el 15 de noviembre y llega acompañada de la detección de nuevas grietas por asentamientos en el pavimento, lo que obliga a intervenciones técnicas y a un mantenimiento permanente. La operación reanudó habilitando ambos carriles, y se mantiene un monitoreo constante para atender las áreas afectadas, mientras las autoridades señalan que las lluvias y las observaciones de movilidad han sido factores determinantes en la gestión de la vía. En la misma coyuntura, se anunció la actualización de las tarifas de peaje para residentes cercanos, que entraron en vigor el 16 de noviembre, como parte de un paquete de medidas para facilitar la movilidad en la ruta al Llano. El anuncio fue respaldado por el presidente Gustavo Petro, la gobernadora del Meta Rafaela Cortés, y la coordinación entre el Ministerio del Transporte, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y Coviandina, en un esfuerzo conjunto del Gobierno Nacional.
El contexto de la reapertura se enmarca en un escenario de necesidad de continuidad en una ruta clave para la economía y la movilidad de miles de viajeros, especialmente ante las intensas lluvias que han afectado la región. Según las autoridades, las intervenciones técnicas han contemplado la estabilización necesaria ante asentamientos, con una estructura de tubería de perforación petrolera que se emplea para la estabilización de la carretera y la gestión de aguas, tarea que se inició en kilómetros anteriores y que se ha mantenido en vigencia durante toda la operación. Las autoridades destacan que, pese a las nuevas fisuras detectadas la primera noche de operación, el plan de mantenimiento y las labores de estabilización continúan para garantizar la seguridad y la continuidad del tránsito, sin detenerse ante nuevos movimientos del pavimento. En este marco, se recuerda que la estabilización previa se llevó a cabo en el kilómetro 58 con la misma técnica de perforación, lo que refuerza la continuidad de las acciones para preservar la estructura vial.
La reapertura llega con monitoreo constante y tarifas diferenciales para residentes
Entre las medidas operativas, la vía se ha habilitado de manera bidireccional con monitoreo continuo y con intervenciones para atender las áreas afectadas, manteniéndose la vigilancia para ajustar acciones ante las lluvias y posibles emergencias. En cuanto a las tarifas, se establecieron detalladas diferencias por peaje y por categoría de tránsito, con cambios que entraron en vigor el 16 de noviembre. En Boquerón I y II, las tarifas quedaron establecidas para las categorías IE en 800, IEE en 2.700, IEEE en 9.500, IIE en 17.700, IIIE en 800, y para IVE y VE fuera del beneficio; Naranjal contempla 900 para todas las categorías IE–VE; Pipiral establece 5.400 para IE, IEE y IEEE, con el resto de categorías sin acceso al beneficio. Estas tarifas se presentan como un descuento diferencial dirigido principalmente a residentes de los municipios cercanos a Boquerón I y II, Naranjal y Pipiral, una medida de alivio económico para las comunidades que viven en la zona de influencia de la vía.
«Se atenderán las áreas afectadas, teniendo en cuenta que, durante este periodo de servicio, es previsible que la vía sufra algunos daños (asentamientos/desplazamientos), como está sucediendo, para lo cual estamos tomando todas las medidas para atender esta situación. Desde la afectación ocurrida, las labores no se han detenido, y se atiende con premura esta novedad» – Ministerio del Transporte
«Seguimos trabajando sobre su estabilidad y el manejo de sus aguas, y realizando la señalización preventiva» – Ministerio del Transporte
«Positiva noticia para el Meta y la Amazorinoquía. Atendiendo el llamado de gobernadores, alcaldes y la comunidad; han trabajado de manera ágil y comprometida y han logrado reabrir en este momento el corredor Bogotá – Villavicencio a la altura del Kilómetro 18. En nombre de nuestro departamento, las comunidades afectadas y toda la región agradeceré al gobierno nacional honrar su palabra, al tiempo que le pido respetuosamente mantener la vigilancia sobre la vía a través del Ministerio del Transporte y cuerpos de socorro, atendiendo las observaciones que se han presentado sobre las intensas lluvias y el control a la movilidad natural frente al posible aumento de tráfico, evitando así que se pueda presentar cualquier emergencia» – Rafaela Cortés, Gobernadora del Meta
«Reabierta la vía al Llano en el kilómetro 18» – Gustavo Petro, Presidente de Colombia
La repercusión de esta apertura significa, en la práctica, la mejora de la movilidad para miles de viajeros y un alivio económico para las familias de los municipios cercanos, al tiempo que impone un monitoreo constante ante lluvias y posibles emergencias. Fuentes y actores clave que participan en la gestión de la vía —el Ministerio del Transporte, la ANI, Coviandina, la Gobernación del Meta y la Presidencia de la República— destacan la necesidad de mantener estabilizaciones definitivas y seguir gestionando las aguas, así como la señalización para evitar incidentes. En este marco, la cobertura y el seguimiento de la vía continúan siendo prioridad de las autoridades para garantizar una movilidad segura y confiable en la ruta al Llano. La ciudadanía debe permanecer atenta a nuevos comunicados oficiales y a las indicaciones de las autoridades de tránsito y socorro, especialmente ante las lluvias pronosticadas y cualquier variación en las condiciones de la vía.

















