La Concesión Vía Sumapaz, filial de VINCI Highways en alianza con la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), ha puesto en funcionamiento su nuevo Centro de Control de Operaciones (CCO) en Fusagasugá, con el objetivo de optimizar la seguridad y la eficiencia en la vía Bogotá–Girardot, que abarca 145 kilómetros. Esta iniciativa surge como parte de la modernización de sistemas tecnológicos tras la ampliación de la red de fibra óptica y busca coordinar de manera más efectiva los incidentes viales, mejorando la movilidad para los más de 17 millones de conductores que transitan anualmente por esta ruta estratégica de 120 kilómetros efectivos entre cabeceras.
El CCO cuenta con una infraestructura avanzada que incluye 150 kilómetros de fibra óptica, 129 cámaras de vigilancia —un aumento significativo desde las 46 anteriores—, 111 puestos de emergencia SOS frente a los 43 previos, 36 paneles de mensajería variable y cuatro estaciones meteorológicas. Estas herramientas permiten una respuesta rápida a emergencias, coordinando servicios como grúas, ambulancias, carros-taller e inspección vial, con un promedio de 100 atenciones diarias que suman 35.000 servicios al año. La vía, concesionada por 30 años a Vía Sumapaz, cuenta con seis carriles —tres por sentido—, un límite de 80 km/h en zonas rurales y un tiempo máximo de viaje de dos horas entre Sibaté y Girardot.
Infraestructura sostenible y comodidades para los usuarios
Entre las novedades destacan 30 vehículos eléctricos, paneles solares que generan el 20% de la electricidad en el peaje de Chusacá, y la iluminación LED en el túnel Sumapaz, que reduce el consumo energético en un 80% y es 100% renovable. La carretera incluye 40 puentes vehiculares, 67 kilómetros de tercer carril, cuatro túneles cortos, el túnel Sumapaz y una ciclorruta, facilitando un tránsito más fluido en pasos urbanos como Fusagasugá y Silvania, donde aún no hay variantes.
Adicionalmente, las áreas de descanso en Nilo y Fusagasugá ofrecen telefonía gratuita, baños, enfermería, alimentación y parqueaderos, contribuyendo a una experiencia más segura y cómoda para los viajeros. Esta puesta en marcha no solo reduce los tiempos de viaje y mejora la respuesta a emergencias, sino que posiciona a la vía Bogotá–Girardot como un referente en innovación vial en el país.

















