Valledupar: cliente presenta versión del altercado en restaurante y acusa a mesera de escupir limonada

Compartir en redes sociales

La Veintitrés Manizales informa desde Valledupar que la clienta Vane Navarro dio su versión sobre el altercado ocurrido en un restaurante de la ciudad durante un lunes festivo, asegurando que una de las meseras identificadas en redes como “la chica de la limonada” le escupió la limonada que le había preparado. El incidente quedó registrado en video por comensales y se difundió de forma masiva en redes sociales, con crédito al creador del material en TikTok, @Josepallares08.

Navarro relata que la confrontación comenzó en la mesa y se extendió hasta la salida del local, con la intervención de empleados y otros comensales. A la vez, ofrece una reconstrucción de los hechos basada en mensajes que, según ella, existían entre su expareja y la mesera, por lo que sostiene que hubo un conflicto derivado de esas comunicaciones. Al revisar la conversación, afirma haber encontrado indicios de que la mesera habría hecho públicas ciertas burlas, lo que incrementó su malestar. Señala incluso que la “cereza del pastel” fue la afirmación de que “esa limonada de coco se la hice yo”, con risas al final; Navarro sostiene que, a pesar de estos elementos, la mesera negó cualquier vínculo sentimental y asumió un trato estrictamente profesional.

< h2>Versiones enfrentadas y el pulso en redes

La mesera involucrada niega haber tenido relación sentimental con la clienta y sostiene que el incidente se generó por cuestiones estrictamente profesionales. En su relato, afirma que no hubo provocación deliberada y que las circunstancias fueron malinterpretadas por terceros; admite, sin embargo, que en ciertos momentos ocurren situaciones en las que la interacción entre personal y clientela puede generar incomodidad, aunque insiste en que no hubo intención de faltar el respeto. En paralelo, Navarro reafirma que su postura fue seria y profesional, y que lo ocurrido le dejó una impresión de incomodidad que llevó a pedir llevar la cuenta y retirarse.

«Todo comenzó ese lunes festivo donde yo le acepté una invitación a mi ex porque ya habíamos terminado hace un tiempo. Y él, en su intento de recuperarme, me invitó a cenar y fuimos al lugar donde yo quise ir. Apenas llegamos al lugar, la persona implicada nos recibió. Desde que llegamos se sintió incómodo porque ella fue con la risita.» – Vane Navarro

«A pesar del pequeño momento incómodo, todo fue marchando normal, pero sigo notando de parte de ella cierta burlita, lo cual para mí es una falta de respeto y no muy profesional de su parte. La verdad, me sentí muy incómoda. Tanto así que no terminamos de comer y pedimos muy amablemente para llevar.» – Vane Navarro

«La cereza del pastel fue cuando leí: ‘Y esa limonada de coco se la hice fui yo’, con risas al final. Resulta que además de todo, me escupió la limonada que me hizo.» – Vane Navarro

«La verdad, la cereza del pastel fue leer ese mensaje y ver que la otra persona ya lo había hecho público. No existió ninguna provocación deliberada.» – Mesera

«Mi postura siempre fue seria. Mi postura siempre fue profesional, tranquila.» – Mesera

En este marco, la historia ha generado respuestas diversas en redes: hay quienes respaldan la versión de Navarro y otros que apoyan a la empleada, mientras que el restaurante no ha hecho un pronunciamiento oficial. No se reporta investigación formal por parte de autoridades en este momento, y la reconstrucción publicada por Navarro ha reabierto el debate sobre el manejo de conflictos en espacios gastronómicos y la gestión de mensajes entre clientes, exparejas y personal de servicio.

Contextualmente, el video difundo la agresión ha reavivado el debate sobre el trato en el sector gastronómico y la gestión de conflictos en espacios públicos. Navarro publicó su reconstrucción con nuevos elementos y mensajes presuntamente conservados entre terceros, lo que ha generado respuestas mixtas en las redes. El propio restaurante mantiene silencio oficial y no se ha informado de investigaciones formales por parte de las autoridades.

La historia continúa en un entorno de discusión en redes sociales, donde la línea entre lo personal y lo profesional se planta con fuerza, y donde, por ahora, no hay confirmación de medidas legales o declaraciones institucionales por parte del establecimiento. Navarro y la mesera han dejado claras sus versiones, mientras que el público sigue evaluando quién tiene la razón en este episodio que, sea cual sea su resolución, ha puesto de relieve la dinámica entre clientes y personal en escenarios públicos.

Sigue leyendo