La mesera Scarleth Ontivero fue agredida por una clienta identificada como Vanessa en el restaurante Ke Pizza de Valledupar, un incidente que quedó registrado en un video viral en TikTok con crédito del usuario @Josepallares08 y que Ontivero relató para contar su versión de los hechos. El suceso pertenece al tercer fin de semana de octubre de 2025 y, además de la violencia en el local, la agresión continuó en la vía pública. En su relato, Ontivero dejó claro que no mantenía relación sentimental con un hombre señalado como amigo de infancia y explicó que el detonante habría sido un mensaje enviado por ella al número vinculado al novio de Vanessa, lo cual habría desatado el conflicto.
Según la versión de Ontivero, Vanessa sacó a la trabajadora del local y la agredió dentro del establecimiento, para luego proseguir la violencia en la calle. En medio de la desbordada discusión, la víctima indicó que existen pruebas para el proceso legal y que el origen de la disputa fue un mensaje de Ontivero al teléfono asociado al novio de Vanessa, en el que Ontivero se identificó como “la chica de la limonada”. Además, la presencia de un hombre señalado como amigo de infancia de Ontivero se ha convertido en parte del relato, aunque la propia Ontivero insistió en que no ha existido relación sentimental con esa persona.
Relevancia y contexto público de un caso que exige claridad
El hecho ha generado un debate público sobre temas como celos, violencia y la reputación de las personas involucradas, amplificado por la difusión del video en redes sociales. Ante la notoriedad del caso, la víctima ha buscado esclarecer los hechos y proteger a su familia, señalando que hay pruebas para respaldar su versión y que las acciones legales podrían seguir en curso. Por su parte, Vanessa ha aprovechado la atención para ampliar su presencia en redes, en medio de un contexto de respuestas divididas entre apoyo a la agresora y apoyo a la víctima.
«Me agredió horrible, agredió a mi compañera y tenemos pruebas para el proceso legal», señaló la mesera, quien también aclaró que no supo cómo defenderse porque nunca había estado en una pelea ni se había visto envuelta en conflictos de este tipo.
Con el paso de los días, la cobertura se ha mantenido vigente en Valledupar y más allá, ya que la comunidad y analistas discuten las dinámicas de violencia en espacios de servicio al cliente y las repercusiones legales y psicológicas para la víctima y su familia. El caso continúa abierto y las autoridades ratifican que existen elementos probatorios para avanzar en el proceso, mientras la opinión pública evalúa las distintas versiones que circulan en redes sociales sobre lo ocurrido en Ke Pizza y en las inmediaciones de Valledupar.
















