Un tiroteo ocurrido durante un velorio en el barrio Mariano Ramos, en el oriente de Cali, la noche del 28 de octubre de 2025, dejó un adolescente muerto y un menor de 14 años hospitalizado. En el operativo fueron capturadas dos personas y se incautaron seis armas de fuego. El hecho se registró en la intersección de la carrera 46 con la calle 48, cuando se desató un intercambio de disparos entre las estructuras delictivas rivales La 42 y Los del Hueco.
Las autoridades indicaron que los dos capturados tienen antecedentes judiciales y, a falta de más información oficial, no se divulgaron sus nombres. El enfrentamiento se habría producido durante el velorio y, si bien se atribuye a un conflicto entre bandas, las autoridades señalan que la persona velada no fue objeto de la violencia ese día.
Contexto, víctimas y respuesta policial
El hecho se enmarca en una larga disputa entre las bandas La 42 y Los del Hueco por el control de actividades delictivas en la zona oriental de Cali. En el contexto de seguridad de la ciudad, Cali ha mostrado un incremento en homicidios y una tendencia de violencia urbana, lo que ha generado preocupación entre la ciudadanía y las autoridades, especialmente en barrios sensibles como Mariano Ramos. El episodio dejó como balance dos capturas y la incautación de seis armas de fuego, además de las víctimas reportadas: un adolescente fallecido y un menor de 14 años herido, cifras que subrayan la gravedad de la violencia que azota la ciudad.
El comandante de la Policía Metropolitana de Cali, Henry Bello, informó que los implicados ejercen influencia en el sector y se dedican al porte, tráfico y fabricación de armas de fuego, así como al tráfico de sustancias psicoactivas. Añadió que los dos detenidos ya habían sido aprehendidos en ocasiones anteriores, lo que señala un patrón de reincidencia. Las autoridades reiteraron que el ataque no está vinculado a la persona velada ni a motivos personales ligados a la ceremonia.
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A la espera de nuevos indicios, las autoridades continúan la recopilación de informaciones para entender posibles vínculos con redes delictivas y reforzar la seguridad en el barrio, que vive entre la memoria de lo ocurrido y la preocupación por la tranquilidad de sus residentes. El episodio recuerda la necesidad de estrategias integrales de seguridad para Cali y resalta los desafíos que enfrenta la Policía en el control de actores armados en zonas urbanas vulnerables.
