En Colombia, el plazo inicial para alcanzar un acuerdo en la mesa de concertación sobre el aumento del salario mínimo para 2026 vence este 15 de diciembre, y de no lograrse un consenso entre el Gobierno nacional a través del Ministerio del Trabajo, los empresarios representados por Andi, Asobancaria, SAC y Acopi, y los sindicatos liderados por la CUT con su presidente Fabio Arias, el presidente Gustavo Petro fijará el incremento por decreto. La ausencia de Fenalco en estas negociaciones, motivada por una propuesta anticipada del Gobierno que a su juicio vulneró el principio tripartito, añade tensión al proceso que busca definir el salario base para más de 16 millones de trabajadores a partir del 1 de enero de 2026.
Las diferencias en las propuestas son abismales: los sindicatos de la CUT exigen un aumento del 16 por ciento, mientras que los empresarios proponen solo un 7,21 por ciento, y el Gobierno ha adelantado una cifra del 11 por ciento. Estas negociaciones tripartitas podrían extenderse con salvedades por escrito entre el 16 y 18 de diciembre, seguidas de una fase extra del 19 al 29 de diciembre, culminando en un posible decreto presidencial máximo el 30 de diciembre. El salario mínimo actual para 2025, decretado por Petro con un incremento del 9,54 por ciento, asciende a 1.423.500 pesos mensuales más 200.000 pesos de auxilio de transporte, totalizando 1.623.500 pesos.
Divergencias que amenazan con un decreto unilateral
Este escenario no es nuevo en Colombia, donde en los últimos 25 años ha sido común que los gobiernos recurran a decretos unilaterales para fijar el salario mínimo ante la falta de acuerdos, incluyendo el propio mandato de Petro. Las tensiones se agudizan por la ausencia de Fenalco y las propuestas divergentes, con las partes presentando salvedades por escrito como insumos para las fases siguientes del diálogo.
“no habrá ni la más mínima posibilidad de llegar a un acuerdo sobre el aumento del mínimo”
Fabio Arias, presidente de la CUT
El impacto de esta negociación trasciende lo salarial, afectando la economía nacional con posibles repercusiones en la inflación, la estabilidad social, la polarización y la informalidad laboral. Expertos, a través de una carta firmada por 115 de ellos, advierten sobre los riesgos de un aumento que supere la inflación y la productividad, lo que podría generar presiones en los precios y complicar la dinámica del mercado laboral colombiano.
