Un video que circula en redes sociales ha generado indignación al mostrar a un asistente no identificado intentando obligar a un caballo a ingerir aguardiente durante una cabalgata realizada el sábado 13 de diciembre en Dosquebradas, Risaralda. En las imágenes, el individuo sujeta al animal e introduce la botella en su boca, en medio de un evento público autorizado por el alcalde Roberto Jiménez. El registro audiovisual fue compartido en la plataforma X por la cuenta Plataforma Alto (@PlataformaALTO), que denunció la escena como un acto de maltrato animal.
Plataforma Alto criticó duramente el incidente, señalando que ocurrió delante de las autoridades y con la complicidad del alcalde Roberto Jiménez, quien autoriza estos eventos a pesar de las advertencias de la comunidad. La organización cuestionó: ¿qué pasó aquí y quién responde por estas prácticas? Este suceso se enmarca en las cabalgatas frecuentes en Risaralda y Colombia, tradicionalmente asociadas al consumo de alcohol por parte de los participantes, lo que ha avivado debates sobre el bienestar animal.
Contexto legal y propuestas de regulación
La Corte Constitucional recientemente excluyó las cabalgatas de las prohibiciones establecidas en la Ley 2385 de 2024, que sí vetó prácticas como los toros coleados, las corralejas y las peleas de gallos. Sin embargo, el estado de salud de los caballos involucrados en este incidente permanece desconocido. Ante la incertidumbre jurídica, Héctor José Vergara, presidente ejecutivo de Fedequinas, abogó por una ley nacional que garantice cabalgatas reglamentadas y reguladas, con recorridos delimitados, zonas de descanso, supervisión veterinaria y capacitación obligatoria para participantes.
“Más que incertidumbre jurídica, lo que existe es incertidumbre sobre qué va a pasar mañana. Podrían promover una ley en contra de las cabalgatas. Por eso queremos activar desde la Federación una propuesta de ley nacional que garantice la realización de cabalgatas reglamentadas y reguladas”.
Héctor José Vergara, presidente ejecutivo de Fedequinas
Vergara defendió a los caballistas genuinos, insistiendo en que las cabalgatas no equivalen a maltrato animal y que los verdaderos aficionados son los primeros en denunciarlo, ya que tratan a los caballos como parte de la familia. “Así como nadie maneja un carro sin curso y licencia, nadie debería participar en una cabalgata sin saber montar”, argumentó, oponiéndose a prohibiciones sistemáticas o políticas y abogando por una reglamentación que priorice el bienestar animal.
“Nosotros consideramos que las cabalgatas no son maltrato animal. Puede haber prácticas de maltrato, sí, pero estamos seguros de que quien maltrata un caballo no es un caballista”.
Héctor José Vergara, presidente ejecutivo de Fedequinas
“Los caballistas somos los primeros en levantar la voz cuando vemos maltrato, porque cuidamos, alimentamos y queremos a los caballos como parte de la familia”.
Héctor José Vergara, presidente ejecutivo de Fedequinas
En las redes sociales, los comentarios reflejaron la furia de los usuarios, con mensajes como “Malditos, cómo abusan de los pobres caballos, ¿por qué permiten esto?” y “Esos no son caballistas, son estúpidos montados en un pobre animal maltratado, los deberían decomisar”. Este incidente reaviva el llamado a fortalecer controles en estos eventos para evitar abusos y garantizar la protección de los equinos.

















