El streamer colombiano Westcol generó una ola de controversia al revelar en sus historias de Instagram que utiliza maquillaje aplicado con aerógrafo para simular una mayor densidad en su barba, un truco estético que confesó públicamente mientras se preparaba en Medellín para una transmisión en vivo desde el concierto de J Balvin. El influencer, conocido por su presencia en plataformas digitales, mostró cómo un barbero emplea una máquina especializada para pulverizar pigmento oscuro sobre su rostro, logrando un aspecto definido y natural justo antes de ir al aire en su canal de Kick.
Esta técnica, que corrige la menor densidad de vello facial, define líneas precisas y ofrece resultados inmediatos, ha cobrado visibilidad en las redes sociales donde las prácticas estéticas masculinas están ganando terreno. La publicación de Westcol se viralizó rápidamente, desatando un debate acalorado sobre la autenticidad en el cuidado personal masculino, con reacciones que van desde duras críticas por considerar el método un «engaño» hasta comentarios positivos que elogian su apariencia mejorada.
Reacciones divididas en redes sociales
Usuarios de internet no tardaron en expresar sus opiniones en las plataformas digitales, donde algunos ironizaron con frases como “Ah no, el truco es pasarse papel higiénico en ayunas” o “Todo era una mentira y yo confiando en su crecimiento”, mientras otros lo tildaron directamente de “Qué farsa ese Westcol”. Sin embargo, no faltaron los halagos, como “Pues pintada y todo, pero se ve lindo”, “Ha mejorado mucho el nene”, “Ese Westcol se está poniendo como rico” e incluso comparaciones favorables: “Con la barba pintada se parece más a Maluma”. Este intercambio refleja la creciente normalización de estos procedimientos entre hombres influencers.
«Ese es el secreto de la barba, nunca fue real. Nunca fue real, todo es una farsa. Nunca»
Westcol, streamer
La confesión de Westcol no solo pone en el centro del debate los estándares de belleza masculina en la era digital, sino que también destaca cómo las redes sociales amplifican estas tendencias estéticas, invitando a una reflexión sobre la presión por la perfección aparente en el mundo del streaming y el entretenimiento en vivo.
