En 2025, las peleas más mediáticas entre famosos colombianos se concentraron en la segunda temporada de ‘La casa de los famosos Colombia’, emitida por el Canal RCN, donde Yina Calderón emergió como la protagonista indiscutible de al menos tres altercados principales. Durante la primera mitad del año, en el encierro del reality, surgieron discusiones intensas por temas cotidianos como la organización del hogar y los residuos, así como cuestiones familiares y competencias, involucrando a participantes como Melissa Gate, La Jesuu, Altafulla y Mauricio Figueroa. La convivencia forzada, agravada por intervenciones de los productores, el Jefe del programa y los conductores Carla Giraldo y Marcelo Cezán, generó un revuelo constante que trascendió las pantallas.
Uno de los conflictos más sonados enfrentó a Yina Calderón y Melissa Gate por desacuerdos en la disposición de residuos y temas familiares, lo que derivó en sanciones directas del Jefe. Otro episodio clave ocurrió entre Yina y La Jesuu tras la reincorporación de esta última, con una discusión tan fuerte que interrumpió la transmisión en vivo y requirió la inmediata intervención del Jefe. Además, Melissa Gate protagonizó un altercado verbal con Altafulla, resuelto gracias a la mediación de los conductores, mientras que Yina chocó con Mauricio Figueroa durante una prueba de salvación al negarse este a mover una mesa. El drama se extendió cuando el hijo de Melissa, Juan José, llegó al programa, y un diseñador de vestuario arremetió contra Yina por un comentario relacionado con el tema LGTBI.
Del reality al ring: el combate que duró apenas 20 segundos
En el segundo semestre de 2025, la rivalidad entre Yina Calderón y la visitante Andrea Valdiri culminó en el evento Stream Fighters 4, realizado en el Coliseo Medplus, donde se enfrentaron en un combate de boxeo que apenas duró 20 segundos. Calderón solicitó detener la pelea tras recibir los primeros golpes, intensificando la exposición mediática de estos enfrentamientos. Documentado por Infobae Colombia, el fenómeno generó divisiones entre los participantes, debates éticos sobre la televisión abierta y una viralidad masiva en redes sociales, cuestionando los límites de la dinámica en los reality shows.
Estos episodios no solo dominaron la conversación pública en Colombia, sino que resaltaron cómo la búsqueda de rating transforma la convivencia en un campo de batalla, dejando un legado de controversia que perdurará en la memoria televisiva del año.
