En el epicentro de las controversias televisivas de 2025, la segunda temporada de ‘La casa de los famosos Colombia’ del Canal RCN se convirtió en el escenario de las peleas más mediáticas entre famosos colombianos, protagonizadas por figuras como Yina Calderón, Melissa Gate, La Jesuu, Altafulla, Mauricio Figueroa y la visitante Andrea Valdiri. Estos enfrentamientos, que surgieron de la convivencia forzada en el reality show durante la primera mitad y el segundo semestre del año, giraron en torno a temas cotidianos como asuntos familiares, la organización del hogar, la gestión de residuos y competencias internas, amplificados por la exposición mediática y propuestas televisivas que reunieron a personalidades con desacuerdos previos.
Los choques más destacados incluyeron la sanción impuesta por el Jefe a Yina Calderón y Melissa Gate tras una intensa discusión, la interrupción de la transmisión durante el altercado entre Yina Calderón y La Jesuu, la intervención de los conductores Carla Giraldo y Marcelo Cezán para mediar en el conflicto entre Melissa Gate y Altafulla, así como el enfrentamiento de Yina Calderón contra Mauricio Figueroa en una prueba de salvación. Además, Melissa Gate vivió un momento emotivo al derrumbarse con la llegada de su hijo Juan José, lo que la llevó a romper algunas reglas del programa, mientras que el diseñador de vestuario de la misma Melissa atacó verbalmente a Yina Calderón por abanderarse de la comunidad LGTBI, y los vestidos de Melissa inspiraron un apodo despectivo que ella misma le endosó a su rival.
Del ring televisivo al cuadrilátero real
Yina Calderón emergió como la protagonista indiscutible con al menos tres altercados principales, culminando en un combate de boxeo contra Andrea Valdiri en el evento Stream Fighters 4 realizado en el Coliseo Medplus, que apenas duró 20 segundos. La dinámica del reality, con intervenciones constantes de productores, el Jefe y los presentadores, documentada por medios como Infobae Colombia, generó divisiones entre los participantes y desató reacciones furiosas en redes sociales.
Estas controversias no solo impulsaron la audiencia del programa, sino que también encendieron debates sobre los límites éticos de los contenidos televisivos, cuestionando hasta dónde puede llegar la exposición de conflictos personales en nombre del entretenimiento.

















