Desde Manizales, para La Veintitrés, se informa que durante las grabaciones de La Mansión de Luinny, en República Dominicana, Yina Calderón, empresaria de fajas y una de las concursantes, sufrió un episodio de gastritis aguda que obligó a la producción a intervenir. Este malestar dio paso a una sanción de 50 puntos y a la amenaza de expulsión, medidas aplicadas tras una discusión con Chanel y la difusión de un video en redes que muestra a Chanel emitiendo una orden, material que ha alimentado especulaciones entre la audiencia sobre posibles lecturas de brujería en el contexto del reality.
La rivalidad entre Yina Calderón y Chanel es uno de los ejes centrales del programa, con la dominicana descrita como una adversaria declarada de la empresaria. El conflicto ya venía acotándose con polémicas en otros realities, y la producción ha intervenido en ocasiones para evitar desbordes. En este episodio, la difusión del video que circula en redes y que supuestamente muestra a Chanel dando una instrucción ha intensificado el debate entre internautas, generando lecturas que van desde la confrontación personal hasta interpretaciones sobrenaturales sobre brujería.
La dinámica del programa y las repercusiones para los participantes
El programa se graba en República Dominicana y se transmite vía streaming, lo que facilita que el material polémico circule rápidamente entre la audiencia global. En las grabaciones recientes circuló un video que muestra a Chanel emitiendo la orden en cuestión, lo que alimenta las especulaciones entre internautas. Además, se recuerda que el historial de Yina Calderón en reality shows de Colombia ha estado marcado por tensiones y polémicas con otros participantes, incluyendo a Melissa Gate y Karina García, lo que añade capas al conflicto dentro de La Mansión de Luinny.
«Yo me doy cuenta de que Chanel no tiene educación por su manera arrabalera de tratar. Ahí es donde te digo que la educación sí es muy importante» – Yina Calderón, empresaria de fajas y participante
El desarrollo de la historia deja en claro que el programa, si bien busca competir en formato de telerrealidad, está tomando medidas para evitar desbordes, mientras el estado de salud de Calderón permanece en primera fila del reporteo y la eventual sanción de expulsión continúa en la mesa de decisiones de la producción. Con una afectación reportada de una persona, Yina Calderón, el episodio marca un hito en la temporada y plantea, de cara al público, el dilema entre rivalidad mediática y seguridad de los participantes, con la atención centrada en la evolución de las próximas grabaciones y en cómo la casa maneja estas tensiones ante un casting que, según el relato, ya trae sus propias polémicas previas.
















