Zulma Guzmán Castro, empresaria y presunta implicada en el caso de envenenamiento con talio en Bogotá, confesó haber mantenido una relación extramatrimonial clandestina de más de seis años con Juan de Bedout, padre de una de las dos menores fallecidas en este trágico suceso ocurrido en el norte de la capital. Las declaraciones, realizadas recientemente a Focus Noticias desde el exterior, revelan que la relación se desarrollaba principalmente en la casa de Guzmán o en otros sitios de Bogotá, en el marco de la investigación que avanza la Fiscalía.
El caso, que ha conmocionado a la opinión pública, involucra la muerte de dos menores por envenenamiento con talio, y según el abogado de las familias de las víctimas, el acervo probatorio compromete significativamente a la empresaria. Guzmán, por su parte, describe este antecedente sentimental como un factor que la convirtió en un «objetivo fácil» para los investigadores en esta fase decisiva del proceso judicial.
Detalles de la confesión y contexto del crimen
Desde su ubicación en el exterior, Zulma Guzmán Castro decidió romper el silencio sobre su vínculo con Juan de Bedout, figura clave por ser padre de una de las niñas víctimas. La relación, que duró más de seis años, se caracterizó por su naturaleza clandestina, limitada a encuentros discretos en Bogotá. Estas revelaciones surgen en un momento crítico de la pesquisa fiscal, donde se acumulan pruebas que apuntan directamente a la implicación de la empresaria en los hechos que cobraron la vida de las dos menores.
«Lastimosamente, yo fui amante de él durante muchos años, más de seis».
Zulma Guzmán Castro, empresaria
«La relación con él era básicamente clandestina y nos veíamos en mi casa o en algún otro sitio en Bogotá».
Zulma Guzmán Castro, empresaria
La información, extraída directamente de un artículo de Focus Noticias que incluye una captura de video, subraya la gravedad del caso y el avance en las diligencias de la Fiscalía, con el abogado de las familias destacando el compromiso probatorio contra Guzmán. Este nuevo elemento añade complejidad a la investigación del envenenamiento con talio, que sigue desarrollándose en el norte de Bogotá.
