Un testigo protegido ha identificado a los responsables del secuestro, tortura agravada y homicidio agravado de Harold Aroca, un adolescente de 16 años asesinado en el sur de Bogotá, cuyo cuerpo fue encontrado el 9 de agosto de 2025 con un mensaje intimidante que decía «por sapo». Entre los capturados e imputados por estos delitos, que incluyen también porte ilegal de armas, figuran Anderson Santiago Pinzón Pedraza, detenido el 17 de noviembre, y Haizak Karol Chara, conocido como «Negro Chará». El joven fue visto por última vez el 5 de agosto en el barrio Los Laches, aunque el homicidio ocurrió días antes, el 3 de agosto, vinculado a su condición de testigo de otro crimen en la misma zona.
El raptó de Harold quedó registrado en un video que circuló viralmente por redes sociales, mostrando a cuatro hombres, uno de ellos armado, llevándoselo a la fuerza. Los hallazgos forenses confirmaron una agresión prolongada y tortura extrema. La víctima había hecho comentarios en su colegio sobre la identidad del responsable de un homicidio previo en Los Laches, lo que lo convirtió en blanco de bandas rivales como Los Ranchos y Los Pedreros. Gracias a este video y la declaración del testigo, la investigación del CTI y la Fiscalía avanzó, identificando a cinco criminales más, aunque solo dos han sido enviados a prisión hasta ahora.
El testimonio clave que desmantela la red criminal
El testigo protegido, quien afirmó conocer a los implicados desde su infancia, proporcionó detalles cruciales que aceleraron las capturas. Reconoció a varios de ellos, incluyendo al «Negro Chará» por su pantaloneta en el video, y describió cómo Pinzón Pedraza había salido de prisión hace dos meses por robo de motos, dedicándose ahora a vender tusi y bazuca. «Los conozco muy bien porque esos muchachos yo los vi crecer. Hay unos menores y unos mayores. También sé que ellos le escribieron una nota que decía por sapo», declaró el testigo, quien además señaló: «Él salió de la cárcel hace como dos meses por robar motos. El chino ahorita se está dedicando a vender tusi y a vender bazuca. Reconozco al de la pantaloneta, que es el ‘Negro Chará’».
“Siento que mi vida sigue girando, todavía no he caído en la realidad. Solo cierro los ojos y me lo imagino vivo conmigo. Me acabaron mi vida (…) La muerte de mi hijo no va a quedar impune. Le estoy cumpliendo lo que le prometí el día que lo encontramos”
Diana García, madre de la víctima
Diana García, madre de Harold, ha recibido amenazas en medio de esta investigación que continúa a cargo del Gaula y equipos de inteligencia. Su dolor se une al reclamo de justicia en un contexto de violencia desatada por las bandas en el sur de la capital, donde el menor pagó con su vida por hablar de más sobre un crimen que presenció. Mientras dos implicados enfrentan la cárcel, la búsqueda de los restantes cinco avanza, prometiendo no dejar impune este atroz asesinato que conmocionó a Bogotá.
