Después de la alerta enviada por el Servicio Geológico Colombiano el sábado, fuentes del organismo confirmaron hoy a La Veintitrés que la actividad en el lugar retornó a los niveles habituales.
“La actividad ha estado muy baja. Se han registrado algunos sísmicos de nivel de energía bajo”. Con esas palabras la fuente consultada por La Veintitrés confirmó que las alteraciones de la madrugada del sábado en el volcán Cerro Machín no han vuelto a ocurrir y que esta estructura volcánica sigue activa pero en reposo, como viene desde hace varios años, sin condiciones que ameritan modificar las condiciones de alerta amarilla en que se encuentra.
Y respecto de críticas en redes sociales en relación de por qué se le informa al país este tipo de novedades cuando lo que pueden es generar pánico en la población y en temporadas como la actual ahuyentar a los turistas, mismas fuentes indicaron que nadie puede predecir si un volcán va a hacer erupción o no, pero hay que estar muy alerta pues la información a la mano y a tiempo pueden evitar tragedias.
“Si bien la ciencia no puede predecir cuándo un volcán hará erupción, si nos deja saber qué podría pasar se ello ocurre y el riesgo que correrían las poblaciones cercanas o lejanas, ubicadas en la zona de influencia”, explicaron los voceros consultados, que recalcaron que en consecuencia, y tratándose de un volcán como El Cerro Machín, considerado de alta explosividad y el de mayor peligro en el país pese a que su última erupción se produjo hace 800 años, la información que se pone a disposición de la población y las autoridades competentes lo que busca es que se tengan elementos para actuar de manera oportuna y acertada en caso de una eventual erupción.
No hay que regresar muchos años en el tiempo para entender estos argumentos ya que aquí en Colombia la experiencia habla por sí sola. Antes de la tragedia de Armero en 1985, pasaron 140 años de la última erupción del Volcán Nevado del Ruiz. Y entre 2007 y 2008 hubo tres erupciones del volcán Nevado del Huila, situación que no se presentaba desde 800 años atrás.
Vigilancia permanente
El volcán Cerro Machín es una de las 25 estructuras volcánicas activas que son monitoreadas desde el Servicio Geológico Colombiano. Se caracteriza por tener un sistema cerrado. Es decir que, su cráter de 2,4 kilómetros de diámetro, está cubierto por un tapón de roca volcánica denominado domo de lava que, a simple vista y debido a la cobertura vegetal, parece una montaña, pero que, internamente, está resistiendo los esfuerzos constantes del magma (roca fundida) que busca salir a la superficie. Esos esfuerzos generan episodios de sismos frecuentes (hasta 1.000 diarios) que técnicamente reciben el nombre de “enjambres”.
Desde 1989 el SGC monitorea la actividad del volcán Cerro Machín desde el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales, que para ello cuenta con 11 estaciones sísmicas, 8 estaciones de deformación, un magnetómetro, una estación de geoquímica y una cámara web instaladas a su alrededor para recoger información 24/7. Este volcán ha hecho erupción al menos unas seis veces durante los últimos cinco mil años y la última, según los estudios que el SGC ha realizado, pudo haber ocurrido hace unos 800 años.
