“Quien se apropie, acceda, capture, mantenga, introduzca, extraiga, explote, aproveche, exporte, transporte, comercie, explore, trafique o de cualquier otro modo se beneficie de los especímenes, productos o partes de los recursos fáunicos, forestales, florísticos, hidrobiológicos, corales, biológicos o genéticos de la biodiversidad colombiana, incurrirá en prisión de sesenta (60) a ciento treinta y cinco (135) meses, y multa de ciento treinta y cuatro (134) a cuarenta y tres mil setecientos cincuenta (43.750) salarios mínimos legales mensuales vigentes” (Ley 2111 del 2021 que sustituye el Título XI “de los delitos contra los Recursos Naturales y el Medio Ambiente”de la Ley 599 de 2000)
Un hombre sorprendido en los últimos días cuando transportaba en la vía Manizales Murillo varios árboles de frailejón, prendió las alarmas de las autoridades que ven con preocupación cómo una planta que es considerada como una verdadera fábrica de agua, está amenazada por las manos criminales del hombre.
Un frailejón, conocido como “El Monje de los Páramos” puede durar más de cien años y su crecimiento es de uno a cuatro centímetros por año. Su apariencia a la distancia es la un fraile, de ahí el nombre de esta particular planta que es resistente a las bajas temperaturas y a los rayos ultravioletas del sol.
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Son precisamente esas características las que lo convierten en una verdadera fábrica de agua, pues tiene la capacidad de almacenar hasta 25 veces su peso. La planta almacena el agua que atrae de la neblina que se forma en la altura de la cordillera dada la estructura firme de su tallo y la vellosidad de sus hojas (pelitos), recoge el agua que luego va a las pequeñas corrientes y quebradas que terminan en los grandes ríos que son los abastecedores de los acueductos de los centros urbanos.
Es decir, el frailejón o espoletia (nombre técnico) es fundamental para el ecosistema productor de agua y regulador de la temperatura en países como Colombia, Ecuador y Venezuela. Además de captar la humedad para la producción de agua, mantiene en buenas condiciones los suelos del páramo, regulando la humedad relativa y los niveles de acidez en condiciones óptimas.
Características
Un informe de Señal Colombia, canal de televisión oficial del país, destaca así las características de esta especie:
- Hojas pequeñas, delgadas y largas.
- Densa vellosidad (muchos “pelitos”) en su hojas para conserva el calor y dispersar los rayos solares.
- Distribución de sus hojas en forma de roseta para captar mejor los rayos solares y poder captar y canalizar el agua con nutrientes hacia el tronco.
- Un lento crecimiento debido a la poca presencia de oxígeno que hay en los páramos causada por la alta presión que ejerce la atmósfera en esas alturas.
- Varias especies de frailejón secretan mucilagos en las axilas de las hojas, una sustancia viscosa que les ayuda a acumular agua y también a proteger los brotes de flores y hojas.
- Su polen y sus semillas pueden ser dispersadas por el viento para no depender de la presencia de insectos.
La misma fuente enumera cinco hechos que generalmente la gente desconoce acerca del frailejón
- El frailejón aparece en la moneda de $100 de Colombia desde el año 2012.
- Con las hojas del frailejón se hacen infusiones para aliviar el reumatismo, los dolores en los riñones, el asma, la tos, entre otras.
- Una de las características del frailejón que lo hace vulnerable es su crecimiento: de 1 cm a 2,5 cm por año.
- Lo que hace que puedan tardar hasta 100 años en convertise en una planta de un metro de alto. El frailejón filtra tan bien el agua que puede ser consumida por los seres humanos.
- En Colombia existen más de 90 especies de frailejón, pero más de la mitad está en peligro de extinción.
Llamado
Paula Andrea Loaiza Cruz, Secretaria del Medio Ambiente en el Departamento de Caldas, rechazó de manera vehemente los actos delictivos que algunas personas están realizando en el Parque Nacional Natural de los Nevados contra los frailejones y demás especies de flora que crecen en el páramo y recordó que “su deterioro afecta directamente el sensible ecosistema” de esa zona protegida.
“Rechazamos el delito ambiental de la extracción de los frailejones porque estos actúan como esponjas, como reguladores hídricos, pero también son de mucha importancia para la captura de dióxido de carbono que incide en el cambio climático. Hacemos un llamado a la comunidad para conservar y cuidar ese ecosistema estratégico, desarrollando un turismo de contemplación, más no de contacto”, explicó la funcionaria.
Recordó que “los frailejones están amenazados por la pérdida de su hábitat natural y la acción humana, pues -después de arrancados- estas especies no se pueden volver a sembrar. Esto impide que cumplan su función y, por ende, se afecte el ecosistema”.
Agregó que “hay que tener en cuenta que el crecimiento de esta especie es muy lento, solo un centímetro por año. Su ciclo de vida puede ser de hasta 100 años y, cuando termina, su descomposición aporta suelo orgánico, lo que refleja la adaptabilidad de los frailejones”
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