El mandatario dijo que con la decisión del gobierno Trump, se demuestra que la política de los EEUU la que ha fallado.
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El presidente Gustavo Petro dio a conocer durante el Consejo de Ministros de este lunes en la Casa de Nariño que Estados Unidos descertificó a Colombia en su lucha antidrogas.
El Departamento de Estado de EE. UU., a través de una nota de prensa, informó dentro que dentro de la ‘Determinación Presidencial sobre Países de Tránsito Importante de Drogas o de Producción Importante de Drogas Ilícitas para el Año Fiscal 2026’ incluyó a Colombia junto a Afganistán, Bolivia, Birmania y Venezuela “como países que no han demostrado, durante los últimos 12 meses, haber cumplido de manera fehaciente con sus obligaciones bajo acuerdos internacionales de lucha contra las drogas».
Sin embargo, en esa publicación el Departamento de Estado reconoce que “la asistencia de Estados Unidos a Colombia es vital para los intereses nacionales de los Estados Unidos».
Tras conocer la decisión del gobierno de Donald Trump, el mandatario fue enfático al anunciar que con la descertificación se acaba la dependencia de Colombia hacia los Estados Unidos.
“Ustedes comienzan por una mentira fáctica. Los crecimientos de cultivos de coca se presentan en el gobierno de (Iván) Duque, y con fumigación forzada. Es la política de los EE. UU. la que ha fallado. Para que disminuyan los cultivos de hoja de coca lo que se necesita no es glifosato tirado desde avionetas, sino disminución de la demanda de cocaína fundamentalmente de EE. UU. y Europa», respondió el presidente Petro al Departamento de Estado.
De hecho, hace dos semanas, ante un auditorio en la XXXIX Conferencia Internacional para el Control de Drogas (Idec), celebrada en Nashville, Tennessee, en Estados Unidos, el general Carlos Fernando Triana Beltrán, director de la Policía Nacional, explicó que en el primer semestre de 2025 van 600 toneladas incautadas. Es decir, 20 % más a lo registrado en el mismo periodo del año anterior.
En acciones similares, en el 2024 se incautaron 889 toneladas, según el general Triana, una cifra histórica, la mayor alcanzada por el país en un año y una de las más grandes reportadas en el mundo.
Ese logro, destacó el oficial, se debe al trabajo diario de 186 mil policías y de más de 300 mil efectivos de las Fuerzas Militares en selvas, montañas, mares, ríos, carreteras, puertos, aeropuertos y pasos fronterizos en el territorio nacional. El general Triana lamentó que en la lucha contra el narcotráfico en Colombia han perdido la vida 107 miembros de la fuerza pública muertos en 2024, entre ellos, 79 policías.
Es por eso que, en entrevista al periódico estadounidense The New York Times, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, con cifras defendió los esfuerzos de Colombia en la lucha contra las drogas: dijo que entre enero y septiembre de 2025, frente al mismo lapso del año pasado, las incautaciones de cocaína aumentaron 8%, la destrucción de laboratorios clandestinos de drogas 21%, y fueron abatidos 3.200 miembros de ilegales que representan 17% más que el año pasado. Eso, sin contar los asesinatos de soldados y policías en operaciones antidroga.
“Nosotros consideramos que hemos hecho todo lo necesario y todo lo que está al alcance», dijo el ministro Sánchez a NYT, y agregó: “Si hay alguien que tenga una voluntad férrea para combatir el narcotráfico es Colombia«.
En la misma publicación, el embajador de Colombia en Washington, Daniel García-Peña, había afirmado que “una hipotética descertificación sería muy injusta, perjudicaría definitivamente a Colombia, perjudicaría también a Estados Unidos y, en definitiva, solo beneficiaría a los narcotraficantes».
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‘La desertificación es ilegal, política y regresiva’
El expresidente Ernesto Samper coincidió con el presidente Petro, y en un comunicado de prensa publicado en sus redes sociales, recordó que Colombia ya pasó por una descertificación y “puedo asegurar que no es el fin del mundo. Al contrario, nos ofrece la oportunidad de volver a mostrar internacionalmente los altos costos económicos, sociales e institucionales que hemos pagado por un problema que no es solo nuestro«.
El exmandatario agregó que “de volver a exigir a los países consumidores como Estados Unidos y muchos de Europa que cumplan su compromiso de reducir la demanda de estupefacientes, precisamente en momentos en que ha bajado el consumo de drogas de origen vegetal y se están sintiendo los efectos devastadores de drogas sintéticas como el fentanilo y otros estupefacientes que no producimos«.
Afirmó que la decisión de descertificar a Colombia en su lucha contra las drogas “es ilegal, política y regresiva». Explicó que es “ilegal porque ningún país está autorizado para imponer sanciones unilaterales a otro país o a sus nacionales. Solamente la Organización de las Naciones Unidas puede hacerlo en circunstancias ya establecidas y en casos justificados de necesidad» y es política “porque siempre ha sido utilizada para castigar a países que se consideran “enemigos» de Estados Unidos. Las peores dictaduras de derecha han sido beneficiadas con la no aplicación de la descertificación mientras que a nuestro país, que ha pagado altos costos humanos en vidas e institucionales, la descertifican cada vez que el gobierno de Colombia aparece como “enemigo» del gobierno de Estados Unidos».
Y finalmente, anotó Samper, que la descertificación es regresiva en términos sociales y humanitarios “porque hace recaer sobre los sectores más vulnerables de la cadena de las drogas, como los campesinos y los indígenas, una sanción que debería comenzar por el control de sus propios mercados que es donde se generan y quedan las grandes utilidades del narcotráfico. Esta decisión coincide con la finalización de los programas de USAID en Colombia que apoyaban iniciativas como la sustitución social y voluntaria de cultivos ilícitos en manos de miles de campesinos, política que debería impulsarse con mayor vigor«, puntualizó.
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La nueva política antidrogas del gobierno Petro
La nueva política antidrogas del presidente Petro, anunciada el 3 de octubre de 2023, en El Tambo (Cauca), divide las acciones del Estado en dos partes: la lucha contra el negocio del narcotráfico y oxígeno para las comunidades productoras de la hoja de coca, impulsando la transformación del territorio para sustituir las economías ilegales por legales.
La nueva estrategia, que avanza en su implementación en zonas como el Catatumbo y el Cañón del Micay, se compone de dos pilares, denominados Oxígeno y Asfixia, con objetivos distintos, aunque complementarios, lo que le brinda a la política el espíritu de integralidad e innovación frente al modelo exclusivamente prohibicionista y represivo que ha caracterizado a la guerra antidrogas vigente desde 1971.
Es una visión diferente porque no es solo la guerra, sino atacar de fondo las razones sociales y económicas que sirven para la incidencia del narcotráfico.
De acuerdo con Gloria Miranda Espitia, al frente de la Dirección de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícitos, los programas de gobierno anteriores eran netamente de sustitución de cultivos “se enfocaban en su gran mayoría en cambiar una mata por otra mata».
En entrevista con el periódico VIDA de Presidencia de la República explicó que el modelo implementado por este Gobierno se basa más en “la sustitución de economías ilícitas, es decir, apoyar al campesino desde la producción hasta la comercialización. La segunda diferencia es que no queremos que el campesino se quede únicamente en la producción de materia prima, sino que trascienda a productos con valor agregado«.
Miranda, quien dijo que la meta para el 2025 es llegar a 20.000 hectáreas, señaló que también se financia “una infraestructura que permite al campesino esa agregación de valor como las plantas de transformación de beneficiaderos, secaderos y centros de acopio, entre otros. Y lo tercero, estamos insertando la sustitución en el contexto de la transformación de territorios«.